ROMA (AFP). “Hoy, en el drama de la pandemia, ante tantas certezas que se desmoronan, frente a tantas expectativas traicionadas, con el sentimiento de abandono que nos oprime el corazón, Jesús nos dice a cada uno: ‘Ánimo, abre el corazón a mi amor. Sentirás el consuelo de Dios, que te sostiene’, dijo el papa Francisco durante la de Domingo de Ramos, que marca la entrada de la Semana Santa, en una basílica de San Pedro desierta debido a la pandemia de coronavirus.
La misa fue difundida en directo en la página web del Vaticano, como también lo será el próximo domingo para la misa de Pascua, la celebración más importante del cristianismo.
Francisco mencionó el esfuerzo de todos los que pese al riesgo de contagio salen a la calle para ayudar a los otros.
“Mirad a los verdaderos héroes que salen a la luz en estos días. No son los que tienen fama, dinero y éxito, sino son los que se dan a sí mismos para servir a los demás. Sentíos llamados a jugaros la vida. No tengáis miedo de gastarla por Dios y por los demás: ¡La ganaréis!”, añadió.
El sábado, Matteo Salvini, jefe de la extrema derecha, pidió la reapertura de las iglesias durante la Pascua. “Apoyo las peticiones de los que piden que se les deje entrar en las iglesias, de forma ordenada, correcta y segura desde el punto de vista sanitario”, dijo.
El alcalde de Milán, el centrista Giuseppe Sala, se opuso a la idea. “No estoy de acuerdo. Creo que en este momento, la fe puede y debe ser algo privado y personal”, declaró.
En Italia, el país europeo más golpeado por la covid-19, se registraron 15.362 muertos desde febrero.
En América
El inicio de la Semana Mayor sorprende a muchos de los países de América, con un gran número de católicos, como protagonistas de un drama sin precedentes en el que cada uno trata de menguar los efectos de la pandemia con diferentes herramientas, si es que se tienen.
La Semana Santa comenzó en Brasil sin aglomeraciones, las misas se transmitieron por las redes sociales y las bendiciones se dieron a domicilio. La imagen de la Virgen de Copacabana en Bolivia visitó con un mensaje de esperanza algunos barrios de La Paz.
Domingo de ramos en solitario
“Jesús sufrió la traición del discípulo que lo vendió y del discípulo que lo negó. Fue traicionado por la gente que lo aclamaba y que después gritó: «Sea crucificado» (Mt 27,22). Fue traicionado por la institución religiosa que lo condenó injustamente y por la institución política que se lavó las manos”, relató el papa Francisco durante su homilía, ayer.
Francisco celebró la misa ayer casi en solitario, en el interior de la Basílica de San Pedro y no en la explanada donde tradicionalmente se realiza este rito.