Una vez instaladas en los teléfonos inteligentes, estas aplicaciones “descargan e instalan malware” para “robar identificadores y datos personales”, dijeron investigadores de la firma californiana Anomali.
Por lo general no se distribuyen a través de los canales formales, como las tiendas de aplicaciones de Google o Apple, que cuentan con filtros, sino que se propagan a través de enlaces en otras aplicaciones o sitios web que animan a descargarlas.
Anomali encontró aplicaciones falsas implementadas en América Latina (Brasil y Colombia), Rusia y en otros continentes. En algunos casos, se presentaban como la App oficial del gobierno.
Desde el comienzo de la pandemia, aumentaron las amenazas informáticas para quienes buscan información y soluciones.