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La coalición internacional (países árabes y OTAN) consideraban hasta ahora la salida del poder de Asad (apoyado por Rusia e Irán), como condición imprescindible para apoyar un proceso de normalización en Siria, tras el final de la guerra civil
El mandatario estadounidense dijo que “el futuro de Asad no es un factor determinante” para un acuerdo, declaró Iliichev.
Trump “dijo que si se queda o se va no es importante. Lo importante es el proceso político, el cese del baño de sangre, las hostilidades y luego el pueblo decidirá”.
Las negociaciones propiciadas por la ONU para poner fin a seis años de guerra en Siria se encuentran bloqueadas ante la demanda de que Asad renuncie, como parte de cualquier acuerdo.
Rusia, principal aliado de Asad en la guerra, insiste en que el futuro de Asad debe ser resuelto a través de elecciones surgidas de un proceso de transición.