La niña residía en la comunidad denominada San Antonio, del distrito de Yasy Cañy, en el departamento de Canindeyú.
El hecho ocurrió el pasado 25 de febrero y, en principio, el caso fue reportado como muerte súbita. Sin embargo, según familiares de la criatura, la misma murió tras tomar un vaso de yogur que le fue proporcionado por una vecina.
Una niña de 10 años, hermana de la víctima, también fue invitada a consumir el producto, pero se negó.
Éver Hugo Duarte Báez, padre de la víctima, reportó a la Policía que, según la versión que dio la hermana de la fallecida, supuestamente vio cuando la vecina colocó un polvo blanco en el yogur que luego pasó a la niña y esta lo ingirió. El caso está a cargo del fiscal Juan Daniel Benítez, quien aguarda el resultado laboratorial.