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Jarvis Chimenes Pavão fue alojado en el sector vip desde el primer día que ingresó al penal de Tacumbú, en diciembre del 2009, tras ser capturado en un establecimiento ganadero de Concepción. En aquel entonces Blas Llano era el ministro de Justicia, mientras Julio Acevedo era el titular del penal de Tacumbú, según confirmaron algunos funcionarios penitenciarios.
Inmediatamente Pavão inició las refacciones de las cuatro dependencias que ocupaba en la planta alta del penal, sobre las oficinas administrativas.
Dos de las habitaciones fueron adornadas y convertidas en dormitorios, mientras que otra fue utilizada como cuarto de baño y la última fue la oficina de reuniones, desde donde el narco manejaba todos sus negocios gracias a sus colaboradores.
Casi al mismo tiempo mandó refaccionar un salón ubicado en el mismo sector del penal, que luego convirtió en una biblioteca, e inició la edificación del pabellón Adventista, con una capacidad para 120 reclusos. L as edificaciones fueron hechas con profesionales y materiales traídos de afuera, quienes cada día ingresaban al penal por el portón principal.
Todas estas obras fueron inauguradas el 18 de noviembre del 2013, con la presencia de la ministra de Justicia de aquel entonces, Sheila Abed; su viceministro Ever Martínez y todas las autoridades penitenciarias.
Desde el 2009 hasta el 2013 pasaron cuatro ministros de Justicia y dos directores del penal y ninguno de ellos cuestionó las construcciones y el lujo en que se movía el narcotraficante Pavão, explicaron ayer los funcionarios.
No es delito
Por su parte el fiscal general del Estado, Javier Díaz Verón, aseguró en una entrevista radial que el lujo en que vivía Pavão no representa ningún delito.
Díaz Verón también recalcó que es indignante la opulencia en que vivía el narco brasileño en comparación a la pobreza extrema en la que se desenvuelven el resto de los internos, muchos de los cuales ni siquiera tienen colchón ni cobija.