La historia de Neuland contada a través de herramientas y artefactos de uso cotidiano

Al cumplirse 50 años de fundación de la colonia se inauguró en 1997 el Museo Histórico de Neuland, en el Chaco paraguayo. Maquinaria agrícola, instrumentos musicales, artefactos de uso casero, vestimentas de pioneros y elementos de educación componen el acervo que testimonia la rudimentaria vida inicial de los inmigrantes menonitas de origen alemán.

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Con el propósito de documentar hitos y etapas de la vida de los pobladores pioneros, se organizó en 1997 el Museo Histórico de la Asociación Colonia Neuland. Se creó para celebrar los 50 años de fundación de la comunidad formada principalmente con inmigrantes menonitas alemanes y rusos. Y se optó por acondicionar una antigua escuela que es parte de la historia edilicia del lugar para exponer en dos amplios salones el acervo que reúne desde maquinaria agrícola hasta un obsoleto lavarropas de madera.

El primer espacio ubica una serie de cuadernos de contabilidad de la Cooperativa Neuland. En sus páginas se leen registros de los productos agrícolas y ganaderos que cada familia comercializaba con el centro de acopio. Está la vieja centralita telefónica y una radio que tenía por costo doce novillos. Un pequeño carrito con ruedas recuerda la solidaridad familiar, pues era de una abuela inválida que debió ser traída a pulso por los inmigrantes. Hay también ejemplares de antiguos billetes rusos y alemanes. Una serie de bancos de escuela y algunos portafolios de cuero testimonian los tiempos en que los alumnos utilizaban una tablita tipo pizarra en la que se escribía con un lápiz de grafito y se borraba para seguir el aprendizaje. Lo que en su momento fue la sensación en Neuland, una bicicleta traída de Alemania forma parte del conjunto museístico.

En la segunda sala hay colecciones de máquinas de coser, planchas de hierro, utensilios de cocina y pavas enlosadas que descubren habilidades de las mujeres. Dicen que las que se querían casar debían saber coser a máquina y preparar pan. Están expuestas también valijas, molinillos de café, lámparas, relojes de pared, instrumentos de hospital, guitarras y pianos. Entre las vestimentas antiguas resalta el abrigo de Gerhard Neudorf, niño de tres años, que en 1942 debió huir de Rusia con sus padres alemanes, en plena Segunda Guerra Mundial. Para que el pequeño pudiera soportar el crudo invierno de hielo, su padre mató al gato que tenían y usó la piel en el cuello del abrigo, que forró por dentro con la piel de la cabra que sacrificó para alimentarle. El saco tenía un bolsillo secreto donde se guardaba el dinero de la familia, porque los soldados rusos no revisaban a los niños y así sus padres pudieron salvar sus pocos valores.

Visitas deben pedir apertura

El museo no está abierto en forma permanente. Los interesados en conocerlo deben recurrir al departamento de Turismo y Cultura de la Asociación Colonia Neuland que se ubica en el predio de la Cooperativa Neuland, en pleno centro. Ahí, Heinz Wiebe se encarga de atender a los visitantes. Su oficina funciona en la que era la primera Casa Administrativa. En su interior, hay paneles fotográficos de las épocas iniciales de la colonia, folletería, souvenirs y una muestra de artesanía indígena de la zona.

Progresista comunidad

Neuland queda en el departamento de Boquerón, a 470 km de Asunción, por ruta asfaltada. Se fundó el 26 de abril de 1947 con familias menonitas venidas principalmente de Alemania. Es una progresista comunidad del Chaco, con un atractivo perfil urbano. Unida por el idioma alemán y el culto religioso, su laboriosa población trabaja en la agricultura y la ganadería, con exportación de productos lácteos y cárnicos. Económicamente está organizada con el sistema de cooperativa.

yubi@abc.com.py

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