Estudiar en Turquía

Durante la jornada de ayer en Ankara tuvimos la oportunidad de entender mejor la perspectiva desde la cual Turquía está ensayando su reingreso al mundo como potencia global.

audima

Nos explicaba el diputado Yucel Menekse, de la Comisión de Defensa de la Asamblea Nacional turca (Parlamento), que la apertura la inició en los años ochenta el entonces primer ministro, y luego presidente, Turgut Ozal, y que la tarea fue intensificada radicalmente por el actual presidente Recep Tayip Erdogan.

La apertura pudo ser acelerada porque la administración del actual presidente turco elevó el producto interno per cápita del país de tres mil quinientos dólares en 2002 a más de once mil actualmente, generando una capacidad económica al Estado que antes simplemente no existía.

Menekse insistió mucho en el concepto de cooperar con Paraguay como hace su país con los demás beneficiarios, en la defensa de “los valores culturales propios”, lo que para el gobierno de Ankara se realiza en la posibilidad de intercambios directos sin intermediación alguna.

De eso se trata, en efecto, la tarea de las agencias turcas que visitamos ayer, por ejemplo, la que se encarga del contacto con las comunidades turcas del mundo, unas trescientas millones de personas, pero también posibilitar la creación de relaciones personales de individuos de terceros países con la sociedad turca.

Para ello instituyeron un formidable programa de becas para estudios en Turquía del que se benefician unos quince mil estudiantes extranjeros en la actualidad, de los que solo cuatro son paraguayos.

Turquía desea generar esas relaciones personales abriendo sus universidades en grandes centros urbanos como Ankara o Estambul a estos estudiantes extranjeros para que se integren a la sociedad turca, establezcan redes personales con ella y, luego, desde sus países, contribuyan a aumentar la colaboración entre esas naciones y Turquía.

Esta puerta está abierta a los interesados paraguayos que sean estudiantes exitosos, nos explicaron en la agencia, con un programa de asistencia muy generoso.

En paralelo, sobre el mismo objetivo, trabaja el Instituto Yunus Erne, que sería el equivalente turco a los institutos Cervantes, de España, Goethe, de Alemania, o Británico, del Reino Unido.

Este instituto que empezó a trabajar en 2009 ya tiene oficinas en 48 países, pero en América Latina el único país que está sacando provecho pleno de él es México. Nos dijeron que tienen proyectos para instalar una oficina en Paraguay, pero hasta el momento es solo eso, un proyecto.

Turquía está entrando con fuerza en la competencia global por acercar su cultura al mundo, como desde hace décadas hacen la mayor parte de los demás países europeos o Estados Unidos.

Nosotros necesitamos salir al mundo, ellos nos están abriendo una puerta. Lamentablemente, el desconocimiento que en nuestro país existe sobre todos estos proyectos impide a numerosos jóvenes paraguayos aprovecharlos.

evp@abc.com.py

Lo
más leído
del día