Palos en la rueda y sueños de reelección

Pese a las versiones de que Horacio Cartes “tiró la toalla” y descartó su intención de ser senador activo, recientes acontecimientos políticos (públicos y privados) revelan que, en realidad, tiene una suerte de desesperación por acceder a ese espacio de poder, cuando culmine su periodo de mandato.

Cargando...

El actual presidente mantiene sus planes políticos a mediano y largo plazo, que incluyen la presidencia del Partido Colorado para alguien de su equipo o para un aliado coyuntural (puede ser el senador Calé Galaverna, por ejemplo).

El presidente electo Mario Abdo Benítez sabe que, pese a las promesas de Cartes de respaldar su gestión y no poner palos a la rueda del próximo gobierno, hará exactamente lo contrario. Por eso, le cierra los caminos. Para evitar que adquiera algún poder institucionalizado que le permita operar con alguna legitimidad y protección.

La reacción de los dirigentes y de los medios, propiedad de la familia del actual mandatario, confirman que está firme y vigente su intención de incorporarse al Senado luego del 15 de agosto. La expectativa del cartismo es que, a mediano plazo, el escenario político cambie. Y que el respaldo que el mandatario electo tiene ahora vaya dando un giro paulatino en contrario.

El equipo cartista utilizará el arsenal de información privilegiada que acumuló durante su paso por el Ejecutivo para chantajear o enlodar a los dirigentes del abdismo que pueda.

De hecho, antes de que el nuevo mandatario asuma formalmente, los medios vinculados al cartismo, ya lanzan dardos contra los colaboradores que va eligiendo Abdo para su gabinete.

Esto es un adelanto de la guerra que desatarán una vez que el nuevo gobierno esté en funciones.

Obviamente, el cartismo piensa hacer realidad el anuncio de varios de sus dirigentes, en el sentido de que el gobierno que se viene navegará en la inestabilidad, como consecuencia de que no le permitieron a HC ser senador activo.

No obstante, hay que ver qué tan lejos pueden llegar, considerando que Cartes tiene mucho que explicar sobre los hechos de su gobierno y sus vínculos con extranjeros de dudosa reputación, por decirlo elegantemente.

Uno de los objetivos políticos de Abdo Benítez es la convocatoria a una Convención Constituyente para reformar la Carta Magna. Aunque ha dicho que la reelección presidencial no es el motivo principal de esta iniciativa, lo cierto es que apunta a eso. Cuando afirmó que, si se implementa, no beneficiará al presidente en funciones es porque está pensando en el sistema de reelección en forma alternada, es decir, con un periodo de por medio.

La “profunda reforma” del Poder Judicial que siempre mencionan los políticos como excusa para modificar la Carta Magna vigente desde 1992, se puede llevar adelante ahora mismo. Solo falta voluntad política. Si no existe esa voluntad ahora, no la habrá mágicamente después, por más constituyentes que se convoquen.

Para mejorar el Poder Judicial se necesita simplemente nombrar a los magistrados más calificados, con mejores antecedentes y luego dejarlos trabajar, sin llamarlos por teléfono para que den “una mano” con algún expediente que afecte a los amigos o parientes.

Ciertos cambios en la Carta Magna tal vez sean saludables, pero se pueden hacer por vía de enmienda, sin gastar tanto tiempo y dinero.

Pensar que es posible “despolitizar” la Justicia, en el sentido de que el Congreso o el Poder Ejecutivo no tengan nada que ver con la designación de los ministros de la Corte, es una ilusión vana. Es como pensar que un gobierno manejado por súper robots será mejor que el de los seres humanos.

Si lo que quieren es la reelección, se podría impulsar con debate y un gran consenso político, sin hipocresía y sin tanto disimulo.

mcaceres@abc.com.py

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...