Édgar Américo Chilavert regresó anoche a su ciudad natal, Concepción, luego de permanecer 19 meses en prisión.
Una multitud estimada en cinco mil personas aguardó al periodista en diferentes puntos de la ciudad para luego sumarse a la caravana que lo escoltó hasta su hogar.
A Chilavert lo esperaban desde la media tarde y a medida que pasaba el tiempo se sumaban personas recorriendo las calles mientras hacían sonar las bocinas de sus vehículos.
Al confirmarse que llegó a la rotonda de acceso a la ciudad, numerosa cantidad de gente se volcó hacia ese sitio. La explosión de petardos se convirtió en una constante en todos los puntos de la capital departamental.
Chilavert se dirigió hasta su vivienda, donde lo esperaba su madre, Mercedes Diana, conocida en Concepción como doña Koka; Édgar Américo es hijo único.
La progenitora no pudo evitar el llanto al saludar a su hijo y ambos se fundieron en un abrazo que también despertó lágrimas en quienes acompañaron ese momento íntimo, según se pudo observar.
Luego, al salir frente a la casa, el comunicador agradeció las demostraciones de cariño y solidaridad que recibió a lo largo de casi dos años de estar en prisión.
Pidió a la gente que volviera a sus hogares para no violar el decreto presidencial de cuarentena.
La multitud rodeó por completo la manzana donde está su hogar, haciendo explotar petardos. Al cabo de cierto tiempo, una delegación de agentes del Ministerio Público escoltados por efectivos militares y policiales se acercó al lugar.
La gente comenzó a dispersarse en forma apresurada, pero nadie regresaba a sus casas y terminaban dando vueltas en caravanas por el centro concepcionero.
No se produjo ningún incidente con las fuerzas de seguridad y hasta la medianoche los fiscales no se vieron obligados a detener a personas por violación de la cuarentena.
Alrededor de la casa del intendente Urbieta
Las caravanas que se integraban en forma espontánea tomaron como punto obligado pasar frente a la casa del intendente municipal, Alejandro “Tati” Urbieta; bocinas y petardos se alternaban en el lugar.
A lo largo del juicio se demostró que Alejandro Urbieta participó en el montaje de la denuncia falsa de abuso sexual.
Pericias ordenadas por el tribunal de sentencia tuvieron como resultado la confirmación de que el mismo intendente financió el conspiración y denuncia falsa contra el periodista.
Venta del puerto de la ciudad
En junio de 2017, la Municipalidad de Concepción vendió el puerto de la ciudad. El inmueble lo había donado en el año 2012 el Ministerio de Defensa con la prohibición expresa de desafectar el predio.
El acuerdo de donación fue firmado por el mismo Alejandro Urbieta, quien luego se encargó de negociar la venta del puerto con la firma Terminales y Logística Portuaria SA (TLP).
La venta del inmueble no fue estudiada por la Junta Municipal aunque comisiones asesoras sí dieron el visto bueno para el traspaso.
Édgar Chilavert investigó la entrega del puerto a TLP así como otros casos de supuesta corrupción en la municipalidad, bajo la administración de Urbieta.
La fiscala Carina Sánchez realizó la “investigación” del supuesto abuso; llegó a ocultar pruebas que demostraban la inocencia de Chilavert.