Pese a su prolongado paso por la Cámara Alta, solamente constan dos declaraciones juradas del exlegislador y hombre de confianza del difunto líder supremo del Partido Unión Nacional de Ciudadanos Éticos (Unace), Lino César Oviedo.
En 2003, cuando por primera vez logró acceder a una banca en el Senado, Oviedo Matto declaró un patrimonio neto de G. 1.941.000.000 con pasivos nulos, salvo egresos mensuales básicos de unos G. 6.000.000.
Los años en los que no consta declaración jurada del exlegislador son claves, sobre todo 2012 y 2013, cuando se vio envuelto en uno de sus primeros grandes escándados: el presunto negociado con la compra de tierras de San Agustín.
Durante el gobierno de Federico Franco, el Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert) pagó unos G. 47.000 millones a la empresa San Agustín, de la cual era accionista el padre de Oviedo Matto, en plena Semana Santa, con el presunto afán de cerrar una alianza entre el PLRA y Unace de cara a las elecciones del 2013.
La segunda y última declaración del oviedista data del 2017, cuando su patrimonio neto saltó a G. 6.913.694.391, lo que representa un aumento patrimonial del 256%.
Sin embargo, no es el dato que más escandalizó, ya que declara tener enormes extensiones de tierra en Mariscal Estigarribia, Chaco. Específicamente tres propiedades con una extensión total de 14.022 hectáreas, unas 2.000 más que toda la superficie de la capital de nuestro país.
Cabe destacar que Oviedo Matto fue directo protagonista del escándalo de los audios, con la conocida frase: “Casse (Giménez), pasá mañana por el banco”, refiriéndose a un presunto cobro de dinero para intermediar en el JEM en un caso vinculado a la agente fiscal.