La ceremonia religiosa fue celebrada ante el altar de la Catedral Castrense (ex Vicaría), y la fiesta de los recién casados fue celebrada en el salón Pérez Uribe del Club Centenario.
Susana y Constantino fueron apadrinados por Ángel Arréllaga Gorostiaga y Susana Vargas Peña de Arréllaga; Gianni Scarpetta Servedio y Alicia Rivas de Scarpetta.
Susana escogió a Margarita Vargas Peña como diseñadora de su vestido, el mismo fue confeccionado con shantú de seda natural y plumetí totalmente bordado en plata con randas de encaje, en el corsage y en la falda. El tocado consistió en una tiara bordada en plata, y desde los laterales caían hilos con cristales de roca. El ramo fue armado por María Elvira Llano con lirios.
La decoración del salón fue con flores naturales en especial con lirios. Los invitados disfrutaron de una exquisita cena y de postre la torta de bodas elaborada en aquel entonces por Carlos D’ Odorico.
Los recién casados disfrutaron de la luna de miel en Orlando, Miami y pasearon en un crucero.