Mujeres paraguayas migrantes y pandemia

Susana Martínez junto a sus compañeras paraguayas y una argentina con quienes trabajan a puro pulmón en las ollas populares y en el comedor Teresa Vive, para hacer frente al hambre ante la falta de alimentos.
Susana Martínez posando frente a un grafiti en el barrio La Boca para ABC Color.

Ante la pandemia del coronavirus, el cierre de fronteras, la cuarentena y el confinamiento obligatorio surgen las historias de algunas mujeres migrantes paraguayas que viven en la Argentina. Así llegamos hasta Susana Martínez, una compatriota que vive hace dos décadas en el país vecino. Es referente del Movimiento Teresa Vive en el barrio La Boca y nos cuenta su historia.

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Susana Martínez es madre, viajó a la Argentina hace 20 años en busca de mejores condiciones. Vive en La Boca, un barrio muy popular, en el que residen muchos paraguayos y paraguayas. En la Argentina hay alrededor de un millón de paraguayos migrantes.

“Acá somos muchos paraguayos, tengo hijos y soy trabajadora doméstica. Cada vez que puedo voy a Paraguay a ver a mi familia en Laurelty, segunda compañía de Luque, aunque nací y crecí en Campo Grande, Asunción. Nosotros acá nos cuidamos para no infectarnos con el coronavirus, respetamos la cuarentena, no nos juntamos, solo salimos para lo necesario, pero lo que más nos preocupa es la comida y el hambre que está aumentando”, dice Susana.

–¿Cómo están pasando en la Argentina?

–La verdad que nuestra realidad está bastante jodida con respecto a la colectividad paraguaya, estamos siendo muy golpeados por el hecho de que la mayoría trabaja en la construcción, somos trabajadores que estamos en negro, y las mujeres trabajamos en casas de familia, con la cuarentena ya no podemos trabajar, vivimos del día a día y además que todos son trabajos en los que se gana muy poco. El hambre no espera y muchos hogares están necesitados, acá la gente se organiza en los barrios y existen los comedores, como los cientos de comedores del Movimiento Teresa Vive, somos miles los paraguayos, argentinos y migrantes de otras partes de la región que vivimos de esto. Entre nosotros hay mucha solidaridad, nos dividimos el trabajo y todos ayudamos para que nadie pase hambre, abrimos los brazos a toda la gente.

Situación laboral

–¿La situación laboral les afecta también con despedidos y desempleo de los trabajadores?

–Hay un aumento de despidos y la desocupación de los trabajadores es una preocupación que se vive diariamente. A causa de la cuarentena aumentó la cantidad de gente que depende de los comedores, pero al revés de lo que se podría esperar, la comida llega menos o incluso no está llegando. Pasa que el ministro de Acción Social compró alimentos con sobreprecios y eso terminó en un escándalo público que desnudó los negociados del Estado con las grandes empresas de alimentos, desde ahí que se cortó la distribución de alimento a los comedores y hoy estamos reclamando al gobierno argentino para que esto se revierta y se garantice una cuarentena sin hambre.

–En cuarentena y confinamiento la violencia un grave problema.

–Las mujeres corremos triple riesgo, coronavirus, pobreza y machismo, las mujeres encerradas con sus parejas es un infierno, están los informes oficiales que demuestran el aumento en las denuncias por violencia de género. Por suerte las mujeres luchamos, acá existen buenas leyes pero falta presupuesto para que se combata de verdad la violencia. Igual queremos que se sepa que el pueblo argentino es solidario con la comunidad paraguaya, somos más de un millón acá, somos parte de la sociedad argentina, se nos respeta, se nos quiere, lastimosamente estamos pasando mal como todos los trabajadores y el pueblo a causa de que la cuarentena, vino a empeorar la crisis económica, pero vamos a ayudar al pueblo argentino a pelear, a que se organice como con los comedores y los trabajadores de la salud que exigen mejores condiciones de vida y de trabajo, haciendo respetar todos nuestros derechos laborales y derechos humanos.

clopez@abc.com.py

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