Cuna de las bellas artes en Asunción

Un 26 de abril pero de 1957 se creó oficialmente la Escuela de Bellas Artes en Paraguay, hoy conocida como Instituto Superior de Bellas Artes – ISBA. Desde entonces se ha convertido en un semillero de cultura y el arte, en distintas disciplinas. En esta nota conocemos más de su historia y su presente.

Micaela Martínez, de la carrera de licenciatura en Danza del Instituto Superior Bellas Artes (ISBA).
El Instituto Superior de Bellas Artes (ISBA) conmemora 67° aniversario de formación en arte, el instituto en formación del arte más antiguo del Paraguay.gentileza

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En casi siete décadas, esta institución ha sido gran testigo y protagonista del crecimiento cultural y artístico en el Paraguay. Por sus aulas pasaron alumnos y alumnas de destacada trayectoria y que dejaron, cada quien en su tiempo, su impronta dentro de la historia reciente del arte paraguayo.

Según los registros, recién en 1968 –once años después de su creación–, se dio la primera camada de egresados de la Escuela de Bellas Artes. El primer padrino de promoción fue Crispín Insaurralde, entonces rector de la Universidad Nacional de Asunción (UNA). La promoción llevó el nombre de Aurelio García, considerado el primer pintor formado para ser profesional en esta área.

Los primeros cuatro egresados de la institución fueron: Isabel Bustamante, Hardomio Soler Méndez, Flammarión Soler Méndez y Emilio Aparici. Todos destacados artistas en sus respectivos escenarios del arte.

Desde un principio, el proyecto de la escuela fue formar profesores en diversas disciplinas. Con el paso de los años y el fervor que se generaba, se fueron incorporando más ramas artísticas.

La escuela de danza del Bellas Artes funciona hace 65 años en Paraguay.
La escuela de danza del Bellas Artes funciona hace 65 años en Paraguay.

El objetivo fue siempre el de difundir la cultura artística en todas sus manifestaciones, además de promover y orientar a profesionales en el área, de tal modo a tener una nueva generación que apueste al arte como una profesión.

El actual director general del ISBA, Mag. Osvaldo Olivera, comenta que hoy el instituto tiene dos pilares de formación en arte. Por un lado, están las licenciaturas en Danza, Teatro, Artes Visuales, Diseño Gráfico y Música y, por otro lado, a través de la dirección del Centro Experimental para el Desarrollo de las Artes (Cedarts) se desarrolla una serie de capacitaciones, como talleres de expresión infantil (TEI) y expresión en arte (TEA), artes literarias, mosaiquismo, dibujo y pintura, entre otros.

“Todos con certificación”, subraya.

Las clases se desarrollan en la sede de la entrada del Mercado 4 de Asunción. El director menciona que existen planes de una descentralización de la formación y acercarse a la gente que reside en el interior del país, pero concretarlo depende de la disponibilidad del presupuesto estatal. De todos modos, y dado el creciente interés en las capacitaciones, Bellas Artes llega a otras comunidades mediante convenios con municipios, como se da en Yaguarón y San Bernardino.

Mag. Osvaldo Olivera, director general del Instituto Superior de Bellas Artes (ISBA).
Mag. Osvaldo Olivera, director general del Instituto Superior de Bellas Artes (ISBA).

Olivera comenta que existe mercado en la formación en el arte, sobre todo en las zonas donde hay más trayectoria cultural, y cita a modo de ejemplo las ciudades de San Ignacio Misiones, Paraguarí y Cordillera. Destaca la importancia en la formación artística, pues considera que es conocimiento y una manera de desarrollar a la persona en su esencia.

“Uno va progresando a medida que conoce, y el arte tiene esa cualidad. Un pueblo que tiene más cultura es un pueblo que conoce más, por lo que generar artistas es generar conocimiento y, como consecuencia, se desarrolla la sociedad de forma integral”, reflexiona y agrega que la relevancia está en mantener la historia presente, apreciar lo que es y qué se tiene como una herencia cultural para las próximas generaciones.

Desde los orígenes

El ISBA tiene mucha historia para contar, empezando con las diferentes sedes del instituto. En principio, la escuela funcionó en una pequeña vivienda ubicada en las calles Mary Lyons y Río de Janeiro (donde actualmente se ubica el Colegio Internacional); luego, en una casa sobre esa misma calle, pero a metros de diferencia, en Río de Janeiro casi Perú. Más tarde, se ubicó sobre la Avda. General Santos (al lado del Club de Suboficiales de las Fuerzas Armadas FF.AA.).

Tiempo después, se trasladó sucesivamente sobre la Avda. España esq. Estados Unidos, Estados Unidos c/ Cerro Corá, Fulgencio R. Moreno esq. Iturbe, hasta que finalmente, en 1996, se instaló en el local propio, la sede actual de Avda. Próceres de Mayo c/ Ana Díaz.

Ese sitio fue recientemente escenario de protestas del alumnado. Y es que los estudiantes del ISBA se unieron a las manifestaciones de universitarios en contra de la Ley Hambre Cero, pues también temían perder el arancel cero, beneficio al cual acceden varios estudiantes del instituto. De hecho, el alumnado del Bellas Artes ganó protagonismo en la prensa y las redes sociales por la creatividad de las expresiones en sus carteles de protestas. Los alumnos exigieron mantener el acceso a la educación en arte como un elemento fundamental. Actualmente las clases se reanudaron completamente.

Alumnos expusieron sus obras de artes en el predio del Instituto Superior de Bellas Artes (ISBA).
Alumnos expusieron sus obras de artes en el predio del Instituto Superior de Bellas Artes (ISBA).

Los primeros pasos de la escuela arrancaron con la danza clásica, lo que dio origen a la primera camada de maestros de danza de la escuela. Algunos de ellos fueron Horacio Recalde, María Teresa Ayala, Graciela Meza, Antonia Roy, entre otros.

También se introdujo la carrera de Música, que contó con verdaderos maestros que dejaron su aporte para la historia musical del país, como el caso del profesor Sila Godoy, Remberto Giménez, Felipe Sosa, Juan Colmán, Luisa G. Bartolozzi, la profesora Lisa Arbo de Spinci, entre otros. En 1997, este departamento de Música se separa y se forma, a partir de entonces, el Conservatorio Nacional de Música.

En ese tiempo, otra rama muy importante del quehacer artístico paraguayo empezó a marcar presencia en la Escuela de Arte. El curso de Declamación, a cargo de la Prof. Gloria Gavilán Calcena de Bordenave, pasa a convertirse en la materia de Teatro en 1991 bajo la coordinación de la profesora Hedy González Frutos. Este departamento empezó a formar a jóvenes entusiastas del mundo teatral.

Entre los años 1986 y 1989, la escuela experimentó varios cambios en cuanto a su dependencia estatal, entre la Universidad Nacional de Asunción (UNA) y el Ministerio de Educación y Cultura (MEC), hasta que, en 2013, con la Ley N.° 1638, el Congreso reconoció a Bellas Artes como Instituto Superior, como se lo conoce hoy. Se trata de un ente autárquico y es el instituto de formación del arte más antiguo del Paraguay.

A lo largo de su historia, el ISBA –o Escuela de Bellas Artes, como se la denominó al inicio– supo albergar a destacados maestros del arte y de la cultura paraguaya. Entre sus grandes maestros se puede citar, por ejemplo, a Osvaldo González Real, Pablo Ernesto Alborno Weyer, Javier Rodríguez Alcalá, Jorge Garbet Vinader, Margarita Miró, entre otras personalidades. El primer director fue Roberto Holden Jara.

Una vida cultural diferente

La llegada de la Escuela de Arte para una Asunción, aún retardos de la Guerra del Chaco con Bolivia, significó una explosión para una urbe conservadora y muy ajena a estas manifestaciones, pero que encontró su nicho rápidamente. Y ese nicho fue creciendo.

De hecho, exoneró de matrículas a los hijos de lisiados o mutilados durante la Guerra del Chaco (1932-1935) o por insolvencia. En aquel tiempo, el costo de la matrícula era de G. 600 por alumno.

Crónicas periodísticas de la época rescatan que la Escuela de Arte se convirtió en un bastión para la expresión artística en un momento difícil de la vida política paraguaya de esos tiempos.

Por ejemplo, la Escuela tenía su Centro de Estudiantes, que organizaba eventos como concursos, exposiciones, viajes para ir a otras escuelas de la región.

El centro llegó, incluso, a imprimir una revista Cultural: Arte – Revista Cultural y contenía información sobre los programas académicos, entrevistas a profesores, estudiantes, noticias relacionadas al mundo del arte y la cultura en esa época.

Con el paso de los años, la escuela se convirtió en referente del movimiento cultural de Asunción y alrededores. Las exposiciones, las puestas en escena, los lanzamientos de libros, las presentaciones, toda esa irrupción en la vida de los asuncenos fue el cambio que mucha gente sintió como para pensar que otro país era posible.

Actualmente, el ISBA es palabra mayor para la excelencia académica en los rubros relacionados con el arte. Osvaldo Olivera cita entre los beneficios de los artistas para el grado en las carreras de Arte representa una mayor ventaja en los concursos al postular para cargos en el sector público y privado o para becas, ya sea para formación nacional o extranjera.

La restauración

Entre los talleres disponibles, y que actualmente registran una interesante demanda de formación con posibilidades en el mundo laboral es la restauración, único curso de su tipo en el país, comenta la Prof. Cristina Cardozo, quien se encuentra en el rubro hace 16 años.

Las piezas al restaurarse son sometidas a un diágnostico y parte del proceso es la elaboración de una ficha de ingreso.
Las piezas al restaurarse son sometidas a un diágnostico y parte del proceso es la elaboración de una ficha de ingreso.

“El principal objetivo de la restauración es salvaguardar las piezas que, ya sea debido al paso del tiempo o descuidos, van registrando deterioros. Lo ideal sería conservar piezas originales en buen estado, pero nuestro clima no ayuda muchas veces, o bien la intervención del hombre, que no sabe hacer una correcta intervención”.

Comenta que, en nuestra cultura, el error más común al tratar con piezas antiguas, por ejemplo, es que cuando se acerca la fecha del santo ára, la gente pinta el objeto sin tomar los recaudos necesarios, cuando lo que se apunta es que los artículos mantengan su color original.

Para participar de las clases y conocer el correcto tratamiento de las reliquias, los alumnos traen sus piezas que serán sometidas a la restauración. Por lo general, son objetos religiosos y de herencia familiar.

“Hacemos un tratamiento durante cuatro a cinco meses. Al ingresar, se elabora una ficha técnica, que es una cédula de identidad y que incluye una fotografía para diferenciar el antes y el después del proceso de restauración. Tiene una fecha de entrada y de salida, y en todo ese tiempo está bajo nuestro cuidado”, describe. El proceso implica diagnóstico de cuáles son sus “enfermedades” y su evolución.

En Bellas Artes es el único sitio donde se dictan clases de restauración, se informó.
En Bellas Artes es el único sitio donde se dictan clases de restauración, se informó.

El examen final de esta materia consiste en realizar una defensa de los trabajos realizados a las obras, describiendo los desperfectos detectados y el tratamiento realizado.

El promedio de alumnos en este taller es de 25 en cada semestre. No son muchos, pues se deben contar con condiciones edilicias especiales para el normal y seguro desarrollo de las prácticas, pues el espacio debe tener un buen sistema de aire acondicionado y ventilación, ya que a veces se utilizan elementos tóxicos y se debe resguardar la integridad de las personas y los objetos en estudio con los elementos recomendados.

A modo de recomendación, a la gente que cuenta con piezas familiares de herencia, indica que eviten limpiar con elementos húmedos, sino que tiene que ser con una franela o brocha seca, evitar la exposición a la luz natural directa y los lugares oscuros o húmedos, pues son aprovechados por los microorganismos para ingresar a las obras, sobre todo la madera.

Egresados del Instituto Superior de Bellas Artes (ISBA) participaron en el proceso de restauración del Palacio de López.
Egresados del Instituto Superior de Bellas Artes (ISBA) participaron en el proceso de restauración del Palacio de López.

Por otra parte, la docente comenta que en el reciente proceso de restauración del Palacio de López, trabajaron un total de 28 egresados del taller de restauración de Bellas Artes en el sitio, junto con tres funcionarios de la Secretaría Nacional de Cultura.

Los pasos de la danza

En cuanto a la danza, actualmente la formación se divide en la escuela, dirigida a menores de edad y la licenciatura, dirigida a los docentes, generalmente.

Jacqueline Méndez, coordinadora de la escuela de danza, comenta que las clases se imparten desde hace 65 años y muchas de las egresadas pasaron por grandes escenarios locales e internacionales.

“La gente ya sabe y les trae a sus hijos a estudiar acá, sin necesidad de desarrollar tanta publicidad, a mediados o fines del año ya se consultan sobre las audiciones, que son en diciembre y febrero”, refiere.

Confirma que es posible vivir del baile. “Siempre es difícil el arte, pero sí. Hay gente que baila en una compañía y, a la tarde, enseña, además de que muchas colegas se forman en otra carrera”, dice.

La escuela de Danza del Instituto Superior de Bellas Artes (ISBA) es referencia en el ambiente de formación de los artistas.
La escuela de Danza del Instituto Superior de Bellas Artes (ISBA) es referencia en el ambiente de formación de los artistas.

En cuanto al furor de los bailes en redes sociales, opina que se busca mantener la técnica y un perfil tradicional. “Para mí, el baile es una manera de nuestra historia y de mantener presentes las raíces, por eso escribí la historia del ballet clásico en el Paraguay, para conocer y valorar”, reflexiona.

En esa línea, coincide Miguel Rodas, docente de teatro, quien recalca que el arte tiene una fuerza de ser la voz de pueblo, esa voz de protesta y que incomoda a poderosos. “Siempre cuesta hacer puestas escénicas, pero hay muchas propuestas con diferentes fondos. Antes te prohibían hacer, ahora te asfixian con la falta de fondos, pero se ven las maneras de hacer y que tengamos una retribución económica”, comenta.

Finalmente, insta a la gente a seguir su pasión y convertirlo en su profesión: “Ahora hay mucho auge, hay series y películas, incluso internacionales que se están doblando en Paraguay. El panorama es prometedor, ya que el ejercicio se promueve a sí mismo”. Apostar al arte tiene buen futuro.

Micaela Martínez, de la carrera de licenciatura en Danza del Instituto Superior Bellas Artes (ISBA).
Micaela Martínez, de la carrera de licenciatura en Danza del Instituto Superior Bellas Artes (ISBA).
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