“La escuela creativa es la calle”

Desde hace unos meses, Óscar “Osky” Canabal se unió al grupo Texo y desde entonces no hay propuesta publicitaria que no tenga su sello. En su haber tiene trabajos en renombradas agencias, como Ratto/BBDO (Argentina), Graffitti D’Arcy (Argentina), Saatchi & Saatchi (España), Publicis Conseil (Francia) y Savaglio/TBWA (Argentina), ayudando a construir nuevos conceptos que se conecten emocionalmente con los consumidores.

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El encuentro para la nota fue en un café ubicado sobre la calle España. Mientras nos ubicamos para la charla, nos cuenta que está encantado con quedarse el tiempo que le permita su trabajo. No es la primera vez que viene a nuestro país. En otras ocasiones ya estuvo de visita, siempre por motivos laborales. Su trabajo es impactar, comunicar y fidelizar en el mundo publicitario. Y logra con creces ese objetivo. Lo avalan su nutrido CV y las distinciones recibidas. Lo curioso es que cayó en este mundo “de casualidad”. Tenía 16 años cuando, en unas vacaciones de estudios, le dijo a su mamá que quería trabajar. Ella contactó con la publicitaria Ratto, a la cual ingresó y quedó “alucinado”. “Cuando uno trabaja en lo que le gusta, no puede considerarse desocupado. Tuve crisis de fe como todos, pero de esa crisis uno sale fortalecido. La reinvención es la moneda corriente”, afirma.

Para Canabal, la sensibilidad es el sentimiento que genera grandes ideas. “Estas surgen del diálogo. Sin palabras, no hay ideas”.

La sensibilidad es un sentimiento esencial a la hora de crear. “Se necesita y mucha. Eso se va generando con el contacto con la gente. No sé manejar autos, me muevo en moto. Me gusta parar en los semáforos y charlar con los chicos que venden mandarina, por ejemplo. Hay un humor especial en la calle y hay que tratar bien a la gente; eso marca la diferencia. La calle es la mejor escuela de la publicidad”.

Su trabajo comienza en el momento en el que recibe el proyecto. “Me genera mucho entusiasmo estar frente a un desafío. Le pongo mucha garra y me divierte mucho. Eso es lo que te produce realizar un proyecto que te gusta y, sobre todo, hacer que el equipo trabaje contento también. Hacer que el trabajo fluya hace que todo resulte más fácil. Hay que tener siempre el radar activo. Uno nunca sabe de dónde puede venir la idea. Estoy acostumbrado a trabajar a altas velocidades, pero con concentración; eso te da la experiencia. Cuando eso sucede, forzosamente, salen buenas cosas. Y hay que mantener la humildad siempre”.

Las premiaciones no faltan en su prolífica carrera. “Las distinciones son un aliento, aunque no ganarlas tampoco son una traba, pero es lindo porque es un aliciente a todo el equipo. Sin embargo, pasa el festejo y hay que seguir trabajando con las mismas ganas, el mismo empuje, aunque no se hubiera ganado premio alguno. Es creer en lo que uno hace, y cada experiencia siempre es un regalo”.

Entre los importantes logros de Óscar Canabal figuran seis Leones de oro, cuatro de plata y seis de bronce en el Festival de Cannes (Francia); dos Silver Pencil en el Design and Art Director (EE. UU.), un Grand Prix y tres oros en el Club de Creativos (España), un Grand Prix y varios oros en el Festival de San Sebastián (España); un Grand Prix, numerosos oros y un Best Art Director en el Círculo de Creativos Argentinos. 

Toda esa experiencia pasa a asesorar creativamente a las empresas Texo. Su misión es liderar y redefinir la cultura inventiva del holding, y contribuir al desarrollo de esta industria en el Paraguay. Su espíritu es el trabajo en equipo. “Soy un convencido de ello”, dice. Y agrega: “O avanzamos todos juntos o nos quedamos”. Para Canabal, ni las ideas ni las empresas crecen con base en una sola persona. “Lo que vengo a hacer es aplicar todo lo que aprendí”.

Ese bagaje de conocimientos incluye ser maestro de dibujo de la Escuela Nacional de Bellas Artes Manuel Belgrano y diseñador gráfico de la Facultad de Diseño de la Universidad de Buenos Aires (UBA). También estudió religiones comparadas en la Escuela de Altos Estudios Orientales de Buenos Aires y fue alumno de Teología del cardenal Bergoglio, hoy papa Francisco; docente de Diseño 1 y 2 en la Facultad de Diseño de la UBA, docente de Creatividad Publicitaria en la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales, enseñó Creatividad Publicitaria y Art Direction en The School Agency de Madrid (hoy Miami Ad School).

Su CV contiene, además, una carrera como director de arte en Savaglio y Ratto/BBDO; director creativo en Graffitti D’Arcy, Saatchi & Saatchi, Publicis Conseil y Savaglio/TBWA.

Todo esto no hubiera sido posible si su trabajo no le divertía, porque esa es la palabra que encuentra para calificar lo que hace. “La gran palabra es diversión”, asegura y continúa: “Un publicitario que no disfruta lo que hace difícilmente logre resultados. Hay que disfrutar y enfocarse en la gente; tratar de llegarles y entusiasmarles, porque son el centro de la estrategia”.

Tiene personalidad, sensibilidad y buena gestión. Sabe marcar el camino para defender los intereses de la creatividad, los clientes y el comprador. Aboga por un trabajo honesto e intenta conseguir que sea memorable. Y esto lo logra con un equipo elástico, unido y motivado. “Trabajo con un equipo que hace todo muy fácil, debido a su profesionalidad y capacidad creativa”, concluye.

ndure@abc.com.py

Fotos: ABC Color/Juan Ramón Ávila.

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