La crisis sanitaria y el freno a las inversiones a escala mundial

Para la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la Inversión Extranjera Directa (IED) se convirtió en complemento de la inversión local y fuente de nuevos capitales. Además, ha contribuido a la expansión de actividades exportadoras y del sector industrial como el automotriz, las telecomunicaciones, algunos segmentos de la economía digital y otros como el de las industrias farmacéuticas y de dispositivos médicos. Estos últimos sectores han cobrado preponderancia durante la pandemia.

En Paraguay existen varias leyes de incentivos a las inversiones. Muchas de ellas implementadas con importantes resultados para el país. Para dimensionar el impacto que han tenido, es necesario repasar las principales normativas vigentes.

La Ley Nº 60/90 de “Incentivos Fiscales a la Inversión de Bienes de Capital de Origen nacional y extranjero” figura entre las principales modalidades de inversión.

La normativa establece el régimen de incentivos fiscales para la inversión de capital de origen nacional y extranjero, cuya finalidad es acrecentar la producción de bienes y servicios, crear fuentes de empleo permanente, fomentar las exportaciones y sustituir las importaciones.

De acuerdo con datos de la Red de inversiones y exportaciones (Rediex), del Ministerio de Industria y Comercio (MIC), entre los beneficios que brinda a los inversionistas se destacan la exoneración total de los tributos fiscales y municipales, envío y transferencias de dividendos, sobre los gravámenes aduaneros y los equivalentes sobre la importación de bienes de capital.

Otra importante ley es la Nº 1064/97 “Industrias Maquiladoras de Exportación”. Mediante esta normativa fue creado el Consejo Nacional de Industrias Maquiladoras de Exportación (CNIME), que ancla su objetivo en promover el establecimiento de empresas maquiladoras y regular sus operaciones. De hecho, este sistema de producción es considerado prioridad para la atracción de nuevas inversiones.

Las empresas de este rubro incorporan mano de obra y otros recursos nacionales. Se dedican a la transformación, elaboración, reparación o ensamblaje de mercaderías de procedencia extranjera importadas temporalmente a dicho efecto para su reexportación posterior, en ejecución de un contrato suscrito con una empresa domiciliada en el exterior.

Reciben beneficios como el pago de un tributo único del 1% sobre el valor agregado nacional; la importación de bienes de capital, partes y herramientas, materias primas e insumos con suspensión de aranceles e impuestos; la no existencia de límites del capital a invertir, ni montos mínimos puede ser nacional, extranjero o mixto, y la total libertad de instalarse en cualquier lugar del territorio paraguayo, adecuándose a los requisitos regionales según el caso.

Existen otras normativas que promueven la inversión como la Ley Nº 523/95 “Régimen de Zonas Francas”. En estas áreas geográficas delimitadas impera un régimen aduanero distinto al del resto del territorio de un país (territorio aduanero).

Por lo general y de acuerdo a la ley, gozan de ciertos beneficios tributarios, como la exoneración del pago de impuestos a la importación. Con este sistema se apunta a desarrollar centros de negocios, evitar el contrabando y la piratería, y aumentar la competitividad de las exportaciones.

Otra normativa vigente en Paraguay es el Decreto Nº 11.701 de “Régimen de Importación de Materias Primas e Insumos”, cuyo objetivo es el de fomentar la importación de materias primas e insumos que no se produzcan en el país.

Conforme a lo establecido en el régimen, las empresas deben cumplir con una serie de requerimientos para obtener la certificación. Los requisitos contemplan, por ejemplo, que la materia prima no debe ser adquirida en el interior del país, el monto de la importación no debe ser inferior a US$ 1.500. El beneficio de este régimen es la aplicación de un arancel aduanero de 0% a la importación de materias primas, siempre que se demuestre que son utilizadas en los procesos productivos.

Otras normas vigentes para la atracción de capital son la Ley Nº 4838/12 “Política Automotriz Nacional”, la Ley Nº 5102/13 “Alianza Público Privada”, la Ley Nº 5074/13 “Establece el Régimen de Obras Públicas”. Además de la Ley Nº 4427/12 “Ley de bienes de Alta Tecnología, Ley Nº 4903/13 “De Parques Industriales”, entre otros regímenes.

Pandemia e inversión en Paraguay

Como se mencionaba anteriormente, la crisis sanitaria frenó la potencialidad de inversiones en todo el mundo. La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo estima que las 5.000 multinacionales más importantes del mundo y que representan la mayor parte de la Inversión Extranjera Directa a nivel global, redujeron sus previsiones de beneficios para el 2020, en un promedio del 40%, y en algunas industrias han caído a tal punto que registrarán pérdidas. La disminución de los beneficios perjudicará a la reinversión de las ganancias, que en promedio representa más del 50% de la IED.

En Paraguay, las consecuencias del confinamiento y la alta incertidumbre no fueron la excepción. Sin embargo, pese a las condiciones adversas, durante el año 2020, se concretaron inversiones bajo los diferentes regímenes vigentes en el país.

De acuerdo con datos de la Dirección de Atracción de Inversiones de Rediex del Ministerio de Industria y Comercio, 16 empresas extranjeras, procedentes de siete países (Argentina, Brasil, Taiwán, Estados Unidos, Japón, Holanda y Chile) se instalaron en el país durante la crisis sanitaria. Con una inversión de US$ 1.083 millones, la radicación de estas empresas creará 9.750 puestos de forma directa e indirecta. El desarrollo de estos negocios se vincula a la agricultura con valor agregado, manufactura liviana, energías renovables, servicios TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) y turismo. Es de recordar que durante el 2019 las inversiones de capital privado realizadas a través de la Ley Nº 60/90, de Incentivos Fiscales, y el Régimen de Maquila, habían alcanzado unos US$ 598 millones, generando 5.812 puestos de trabajo.

Paraguay ha despertado, además, el interés de más inversionistas. Unas 34 empresas de 16 países se encuentran en la fase de toma de decisión. Es decir, presentaron sus cartas de intención de inversión en el país, planes, anuncios u otra evidencia, habían informado desde la cartera de Industria y Comercio.

34 proyectos en puerta: US$ 5.818 millones

La inversión estimada de 34 proyectos en puerta ronda los US$ 5.818 millones y generaría aproximadamente 35.000 empleos. Los interesados en traer sus capitales a Paraguay son de Argentina (11), EE.UU. (4), Chile (2), Canadá (2), Portugal (2), México (2). Se encuentran en la lista también Brasil (1), Suecia (1), Israel (1), India (1), Polonia (1), Taiwán (1), Bangladesh (1), Sir Lanka (1), Francia (2) y España (1). Los proyectos abarcan la agroindustria con valor agregado y manufactura liviana. Los sectores están vinculados con los fertilizantes, motopartes, autopartes, alimentos, minería, logística, conectividad, transporte, infraestructura, servicios ambientales, agroindustria, forestal, call center, energía alternativa, servicios farmacéuticos, hospitales y paneles solares.

En lo que respecta a las inversiones aprobadas durante los primeros meses de este año, las mismas muestran un creciente dinamismo. Bajo el régimen de maquila se han aprobado siete proyectos, con una inversión de US$ 1.153.256. Además, se han exportado durante enero por aproximadamente US$ 74 millones. Este volumen representa un crecimiento de 33% con relación al mismo periodo, pero del año pasado.

En palabras de Ernesto Paredes, director del Consejo Nacional de la Industria Maquiladora de Exportación (CNIME), la pandemia frenó los proyectos de muchos empresarios, quienes ante la alta incertidumbre generada por la crisis sanitaria, se vieron obligados a retrasar la operatividad de sus negocios en Paraguay.

“Para este año superaríamos los 20 proyectos bajo el régimen de maquila. Hay muchos interesados de Argentina y Brasil. En tanto que los desafíos a nivel país se centran en seguir simplificando, desburocratizando y agilizando ciertos procesos. Desde el Ministerio de Industria y Comercio seguiremos apoyando los planes de impulso a las inversiones en el país”, expresó Paredes.

Con relación a la radicación de capital aprobada durante los primeros meses de 2021, la misma muestra un creciente dinamismo. Al respecto, bajo el régimen de maquila se han aprobado siete proyectos, con una inversión de US$ 1.153.256. Además, se han exportado durante enero por aproximadamente US$ 74 millones. Este volumen representa un crecimiento de 33% con relación al mismo periodo, pero del año pasado. Mientras que seis proyectos fueron los aprobados bajo la Ley Nº 60/90, representando una inversión de unos US$ 5.000.000. Bajo este régimen se destaca la importante apuesta del capital nacional, ya que representa el 81% del total y 19% corresponde a la inversión extranjera.

Estos números reflejan el apetito de los inversionistas, atraídos por las condiciones y ventajas competitivas claves que presenta nuestro país.

Desde su estabilidad macroeconómica, una controlada inflación, baja presión fiscal (tributarios y no tributarios cercano al 20% del Producto Interno Bruto - PIB), disponibilidad de energía limpia y barata así como mano de obra joven y accesible, han sido y siguen formando parte del escenario ideal de inversión.

Sin embargo, el país se enfrenta aún al gran desafío de revertir su frágil institucionalidad, la que termina por convertirse en la mayor traba para explotar su potencial, atraer más capitales y alcanzar el anhelado grado de inversión.

Cuando se habla de falencia a nivel de instituciones, esta involucra desde el débil funcionamiento de las mismas, la insuficiente prestación de servicios básicos que brindan a la sociedad, hasta el incumplimiento de determinadas normativas que rigen en el país. Todos estos ejes engloban a la seguridad jurídica, pero que en Paraguay es uno de los principales puntos cuestionados, no solo por el sector privado, sino por las principales calificadoras de riesgo. Standard & Poor’s (S&P), Moody’s Investor Services (Moody’s) y Fitch Ratings (Fitch).

Por tanto, Paraguay debe focalizar sus estrategias en el afianzamiento de sus instituciones, con reglas claras, previsibles y justas. Si bajo condiciones adversas como las provocadas por la crisis sanitaria el país continuó captando capitales, en un marco de seguridad jurídica podría ser aún mayor, pese a que las perspectivas para el 2021 no son alentadoras en materia de IED, pero sí para el año 2022.

Finalmente, el esfuerzo realizado en situar al país en el centro del radar de los inversores beneficiará a todo el engranaje económico de la nación, generando no solo mayores ingresos sino empleo y bienestar en general.

Medidas

Las medidas de confinamiento impuestas en el 2020 se tradujeron en una pronunciada desescalada de las inversiones extranjeras directas.

40%

Según la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, las inversiones extranjeras cayeron por encima del 40% a nivel mundial.

Incierto

En Paraguay, las consecuencias del confinamiento y el alto escenario incierto no fueron la excepción. Pero pese a todo, en 2020 se concretaron inversiones.

Reglas

Paraguay debe focalizar sus estrategias en el afianzamiento de sus instituciones, con reglas claras, previsibles y justas.

Maquila

Inversiones aprobadas en lo que va del año muestran un creciente dinamismo. En maquila se han aprobado 7 proyectos, con inversión de US$ 1.153.256.

Afianzar

Nuestro país debe focalizar sus estrategias en el afianzamiento de sus instituciones, con el establecimiento de reglas claras, previsibles y justas.

Adversa

En condición adversa como la crisis sanitaria se siguió captando capital. Pero las perspectivas no son alentadoras en 2021 para la inversión extranjera.