Las excusas no son negocios

El peor negocio es aquel que no se lleva a cabo. El debate en este espacio sobre las diversas ponencias de cómo encarar la revisión del Anexo C con resultados exitosos para las partes es variado; cada quien, desde su realidad o zona de interés –me incluyo– direcciona su propuesta hacia la “libre disponibilidad de nuestra energía”, para recolocar en el mercado regional, a un mejor precio, el producto, incluso si el comercio se materializa de vuelta en territorio del mercadeo de nuestro socio condómino de la entidad.

Ing. Ernesto Ayala Báez (*)
Ing. Ernesto Ayala Báez (*)Archivo, ABC Color

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Acostumbro a respetar los planteos de los colegas, de todas maneras primará una sola posición, en breve lo sabremos y se llama “realidad de resultados”, siempre la meta obedecerá a las respuestas obligadas en los parámetros del qué, cómo y cuándo. Aclaro que mis propuestas están en la línea de todos, supongo, beneficios prominentes para las partes en Itaipú, celebro la diversidad de ideas con contenido y conclusión.

Para plantear lo mío arranco de algunas premisas tales como: a) la generación de nuestro producto es “indefinida”, toda vez que se invierta en la actualización tecnológica, no sólo en los equipamientos electromecánicos, sino en toda la central; es decir, invertir además en recuperación y mejoras en general del embalse y en el área de influencia de la central; b) aunque la capacidad de producción es una asociación entre la eficiencia estructural y tecnológica del complejo con la bondad de la naturaleza, coordinados al 100%. La demanda comercial del consumidor nacional va en aumento, se estima apenas unos 10 a 15 años más de energía no adquirida por la ANDE a disposición para negociar en otros mercados; c) a estas alturas, nuestro sistema interconectado nacional de infraestructura debería ser el más moderno, eficiente y confiable de la región; sin embargo, distamos de esa realidad; es decir, las remesas hechas por la entidad no fueron efectivas en este sector; d) considero que la entidad no puede seguir siendo un mero generador de divisas para luego evaporarse en gastos corrientes en el Estado, apunto a un plan de apalancamiento para otros proyectos binacionales múltiplos de la Itaipú; e) parto de la base que la contraparte no muestra ninguna inquietud por la víspera de saldo cero de la deuda de Itaipú, aparentemente dejarán caer por inercia el precio del producto, de todos modos seguirán siendo los mayores compradores por un buen tiempo, por ende los más beneficiados; f) propongo sostener los niveles actuales del costo del servicio de electricidad de Itaipú y para ello deberá proponerse un justificativo válido a nuestro socio.

Mi aporte es una visión alternativa y es desde el punto de vista técnico-comercial a ser planteada a nuestro socio; me refiero a megaemprendimientos sustentables con requisito clave la inclusión de recursos financieros para la megaactualización tecnológica de la central (prácticamente una renovación de punta) y que darán la razón fundamental para mantener la tarifa de nuestro producto en los niveles actuales; de hecho que esta propuesta exigiría seguir con el diseño de negocios de Itaipú, que tendrá detractores en nuestro país, en particular entre aquellos que desean echar mano a los fondos de la empresa en su origen; sin embargo, la eficiencia y efectividad de ejecución de obras de infraestructura, siguiendo la línea binacional, está demostrada.

Estamos hablando de extraordinarias inversiones, obviamente la propuesta requerirá de líneas de créditos suficientes para afrontar los compromisos de implantación de los megaproyectos en tiempo y forma, en resumen propongo la generación de activos sustentables para ambos socios, las condiciones están dadas, es la hora del apalancamiento fenomenal usando como punto de apoyo a la entidad, sin contar las remesas y servicios indirectos desembolsará aproximadamente la Itaipú, solo en concepto de servicio de la deuda por la construcción del gigante hasta 2023, por consiguiente, no puede ser descabellado soñar con inversiones de líneas de flujo de US$ 60.000 millones por múltiplo de 10 o más imaginaciones. Imposible dirán… lo imposible no existe… sólo existe el límite de la ilusión.

Insisto, la idea puede materializarse en breve, es cuestión de coincidencia de ideales con nuestro socio condómino, y puede ocurrir una transformación extraordinaria en nuestro país con generación masiva de empleos, requerimientos a capacidad máxima de bienes y servicios de producción nacional, creación de nuevos frentes en las áreas de innovación y tecnología, otros.

En esta oportunidad tengo la idea, el conocimiento y la estrategia a seguir para diseñar, plantear y ejecutar la megapropuesta.

Las propuestas de los especialistas del sector se refieren casi con exclusividad a acciones que direccionan desde el perímetro de Itaipú hacia adentro, no se refieren a proyecciones sustentables de alternativas de explotación, sean estos en el sector energético o en megaemprendimientos de la talla de la entidad, todos con una visión de desarrollo socio-ambiental-tecnológico de retorno garantizado con sustento en la demanda del mercado.

La cuestión propia de estrategias de negociación, sí me parece transcendental a la hora de los planteos, según mi experiencia, la mejor propuesta sería la de ganancia mutua y apuntaría a acuerdos de inversión sustentable binacional, las herramientas siempre estuvieron, están y estarán. Entiendo que el nuevo titular de la empresa y algunos cercanos tienen marcada formación diplomática, que en este caso podrían ser articuladores claves. No olvidemos que esta empresa es el patrimonio hidroenergético altamente rentable más importante con que cuenta nuestro país, desconocerlo sería un despropósito de nuestra parte, el futuro es una expectativa, las acciones presentes son realidades que pueden cambiar la historia, depende de nosotros.

(*) Coordinador ejecutivo de la Universidad Corporativa de Itaipú (UC.GP)

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