Experiencias y potencialidades en Paraguay bajo un innovador modelo económico

El aumento de la población, el crecimiento económico, la migración urbana y los patrones de producción y consumo ligados a un modelo económico lineal insostenible de “extracción-producción-consumo y desecho” visibilizan determinados desafíos que el mundo impulsa y Paraguay no se ha quedado atrás. En esta entrega, a base de la experiencia de la Fundación Moisés Bertoni, se presenta la incidencia del comportamiento sociodemográfico, deficiente infraestructura y prácticas locales en el proceso hacia una economía más resiliente y productiva.

REGLAS DE PRELACIÓN PARA LA RETENCIÓN DE VALOR DE MATERIALES
REGLAS DE PRELACIÓN PARA LA RETENCIÓN DE VALOR DE MATERIALESArchivo, ABC Color

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A continuación se desglosan los principales retos que representan para el país la incorporación paulatina de nuevas prácticas socioeconómicas.

- La disponibilidad y accesibilidad a recursos naturales para satisfacer las necesidades de las ciudades. Desde Paraguay, al no contar con recursos naturales como el petróleo, por ejemplo, existe una obligación de depender de la importación para satisfacer las necesidades de consumo de combustible, producción de resinas para envases y otros derivados petroquímicos. A la vez, de la alta dependencia de la única hidrovía como medio de acceso para importar y exportar productos, el que cada año se ve afectado por las consecuencias del cambio climático, dificultando la navegabilidad y elevando los costos del transporte marítimo.

- Aceleración del problema de la gestión deficiente de los residuos sólidos urbanos (RSU). Los municipios no cuentan con la capacidad de gestionar los flujos de materiales residuales que se generan en la ciudad de manera a permitir y estimular el mantenimiento de los mismos en la economía durante el mayor tiempo posible. Existe un consumo y desechos excesivos, ante una mínima recuperación. La economía circular ha venido a romper esta burbuja de la creencia acerca de que los recursos naturales son infinitos, cuando realmente no solamente son finitos, sino que cada vez hay menos y en un mundo en constante crecimiento.

- La presión ambiental sobre los recursos finitos es creciente. Tal es así que ya se ha sobrepasado 4 de los 9 límites planetarios que permiten un funcionamiento orgánico del planeta. El modelo lineal ha traído al mundo y al país en un punto de inflexión donde los costos sociales de la contaminación y el agotamiento de recursos naturales ganan terreno.

Cambiar modelos en el corto plazo. ¿Qué prácticas existen en Paraguay?

Con lo expuesto, hasta ahora es urgente repensar el modelo y transitar hacia uno de economía circular. Como país, transitar hacia el mencionado nuevo modelo implica no solamente empezar a gestionar los residuos al final de la cadena para evitar que estos lleguen a los vertederos y generen un impacto socioambiental negativo, sino que también trabajar desde el diseño y apostar por una visión sistémica de cadenas de valor coordinadas e interconectadas. Todo con el objeto de: (i) Promover la simbiosis industrial, en donde el residuo de una industria es la comida del otro, (ii) Diseñar los productos para que puedan conservarse el mayor tiempo posible en la economía, es decir, que puedan ser fáciles de mantener, reparables, reutilizables y en el peor de los casos, sencillos de reciclar y, por último (iii) Fomentar modelos de regeneración y restaurativos para el planeta.

Por ello, es que resulta clave reconocer y potenciar la capacidad instalada con la que ya cuenta el país para llevar a cabo procesos de recuperación, separación y suprarreciclaje de materiales, específicamente este último, ya que, si bien es la estrategia de circularidad con los costos y demanda energética más altos, representa el eslabón más necesario para mantener los materiales en uso en la economía.

En Paraguay operan industrias dedicadas a la recuperación de materiales residuales que, a través de procesos industriales, los transforman en una materia prima secundaria de alta calidad, y dependiendo de cada industria, algunas llegan a la fabricación de un producto propio a partir de la conversación del residuo a producto.

El punto en común que tienen estas industrias del reciclaje es que comparten una misma cadena de logística inversa para la recuperación de los materiales de residuos generados post consumo. Esta cadena, en su mayor parte, es informal y dentro de ella se encuentran más de 25.000 familias que viven día a día de la comercialización de materiales residuales como el papel, cartón, vidrio, plástico y metales.

Por tanto, potenciar estas industrias mediante acciones que permitan incrementar la tasa de recuperación de las industrias recicladoras, no solamente les permitirá ser más competitivas como organización, sino también amplificar el impacto socioambiental que se genera mediante la acción de reciclar. Además, evitar que un determinado material termine en el mejor de los casos en un vertedero o quemado, enterrado o en un cauce.

Es de destacar que estas industrias recicladoras se encuentran aglutinadas gremialmente en la Cámara de Industrias Sustentables del Paraguay (CISPy) (https://www.cispy.org.py/), contando actualmente con cuatro miembros. Los volúmenes de recuperación anual y reciclaje de material residual de estas cuatro industrias rondan aproximadamente las 90.000 toneladas.

Así también existen otras industrias que, a pesar de no dedicarse al reciclaje, su modelo de producción está basado en el consumo de materia prima secundaria de forma total o mixta con la materia prima virgen para alimentar la industria. Estas industrias, si bien centran su objetivo en la mitigación de los impactos ambientales que generan, también tienen la visibilidad de que la gestión inteligente en el consumo de recursos naturales para generar valor, permite a una compañía no solamente ser más sustentable sino más competitiva mediante la reducción de costos sistemáticos a lo largo de la cadena de valor.

Además, resulta clave reconocer otras iniciativas que están en plena ejecución, que inciden y permiten amplificar el impacto socioambiental generado por la adopción de buenas prácticas para incrementar las tasas de recuperación y/o la reducción del consumo de materiales que no son ni reutilizables ni reciclables en el país. Una de ellas es “Mi barrio sin residuos”, que mediante una plataforma de intermediación se realiza la prestación de un servicio de recolección diferenciado en cinco barrios de Asunción. Los materiales recuperados de los hogares se encuentran siendo acopiados en una planta de separación ubicada en el barrio San Francisco y es administrada por la Asociación de Recicladores pertenecientes a esa misma comunidad.

Otras estrategias para circularidad

Si bien el reciclaje como tal es fundamental, desde la visión sistémica que ofrece la economía circular, el reciclaje no es la única ni tampoco la primera estrategia para lograr la circularidad y mantener los materiales en uso en la economía. Existen otras maneras y prácticas conocidas, pero no todas están relacionadas con conceptos de economía circular. Entre ellas se citan el mantenimiento, la reparación, la reutilización y la re manufactura. A la fecha aún no se cuentan con estudios que puedan determinar el costo de oportunidad que trae consigo para generar un impacto económico, social y ambiental mediante la adopción de estas estrategias de circularidad.

Para llenar este vacío de información es que se encuentran en marcha proyectos con componentes de sustentabilidad y/o economía circular dedicados a la generación de información y conocimiento que permita tomar decisiones basadas en evidencia.

En la actualidad “El diagnóstico del metabolismo de la economía paraguaya” es uno de los estudios que espera convertirse en un informe referente para identificar los riesgos ambientales y las oportunidades de negocio en torno a la economía circular en Paraguay. Los primeros resultados se tendrían para fines de este año 2021.

Finalmente, la economía circular en Paraguay, un modelo económico incipiente en el país, pero con sólidos espacios ganados, se presenta como una alternativa atractiva para innovar, permitiendo no solamente obtener resultados de triple impacto (social, ambiental y económico), sino que también visualizar el modelo como un mecanismo para generar mayor competitividad y rentabilidad. El consumo responsable de recursos naturales para satisfacer las necesidades del país permitirá contribuir a la recuperación económica poscovid, más productiva y resiliente, con ciudades más competitivas y habitables para todos.

Impacto

Economía circular es innovadora por el triple impacto (social, ambiental y económico) y como un mecanismo para generar mayor competitividad.

Recurso

La economía circular rompe la creencia de que los recursos naturales son infinitos, y que cada vez hay menos en un mundo en constante crecimiento.

Apostar

Como país, transitar hacia el nuevo modelo implica trabajar desde el diseño y apostar por una visión sistémica de cadenas de valor interconectadas.

Costos

Estas industrias, si bien buscan la mitigación del impacto ambiental que generan, son más competitivas por la reducción de costos de la cadena de valor.

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