Fuimos relegados a consumir el 7%

Los derechos del Paraguay fueron tergiversados en el Tratado de Itaipú, esta es la tesis sobre la cual el general Juan Antonio Pozzo levanta el libro que presentará este martes, a las 20:00, en el local de El Lector. Resalta que nuestro país, de “socio igualitario” fue relegado a la incómoda posición de consumidor del 7% de la producción de la gran usina, para colmo de males a cambio de una propina.

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–El título de su nuevo libro sugiere que en esta ocasión centró sus investigaciones en el andamiaje jurídico del proyecto Itaipú, específicamente sobre los derechos paraguayos conculcados en esa singular relación con la República Federativa del Brasil. ¿De eso se trata general? 

–En efecto, los derechos de Paraguay fueron tergiversados en el Tratado de Itaipú. El acuerdo, a lo largo de su contexto, va modificando su fin y objeto de tal suerte que de socio igualitario para el aprovechamiento conjunto Paraguay solo aprovecha el 7% de la producción. El 93% del producto, atiende la demanda de electricidad del mercado brasileño. De hecho, manteniendo usos que caracterizan a la diplomacia y en connivencia con los Gobiernos paraguayos, Brasil se apropió de Itaipú.

–Además de los técnicos paraguayos que trabajan en Itaipú, conocidos como ingenieros de 60 Hz., aún hoy, especialmente ciertos exfuncionarios de los gobiernos de turno de nuestro país, especialmente los del tirano Stroessner, sostienen que Itaipú fue la solución ideal para el Paraguay, la que no solo aportó “progreso”, sino también se constituyó en una prenda de paz entre los dos pueblos. Obviamente, esa visión es extremadamente parcial y responde a los intereses de estas personas y de sus grupos.

–Itaipú es la solución para un minúsculo grupo que vive de él. El “progreso”, del discurso oficial, se circunscribe a la clientela política del momento, promovida por los Gobiernos brasileños a quienes les sale sin costo alguno la explotación unilateral de la usina hidroeléctrica. Tal prenda de paz, solo existe en la mente de quienes asumen Itaipú como solución estratégica a los problemas de límites. Itaipú fue hecho por Brasil como una respuesta a su creciente demanda energética y la apropiación compulsiva del Salto del Guairá fue parte de ese objetivo. Nunca figuró en los planes brasileños el aprovechamiento conjunto del emprendimiento binacional.

–Ud. acuño la frase “lucro indebido” en Itaipú en sus diferentes trabajos. ¿Cómo podría entenderse esa tesis, visto que el Tratado no permite ningún tipo de lucro? 

–El “lucro indebido” es una de las expresiones de la política del hecho consumado practicada exitosamente por Itamaraty. Habida cuenta de que el costo del servicio de electricidad debe ser pagado con la producción de la usina la tarifa de venta a las empresas compradoras debe estar en condiciones de solventar el costo del servicio. Cuando Itaipú vende su producto por encima de la tarifa, como ocurre habitualmente, la empresa obtiene un beneficio prohibido por el Tratado. El dinero así obtenido, no controlado por los Estados parte, es blanqueado como gastos sociales. 

–Obviamente, los “gastos o inversiones sociales” no tendrían una fuente tan generosa y poco exigente de financiación si ese “lucro indebido” no hubiera inventado.

–Los consumidores, al pagar una energía que está sobre el costo del servicio de electricidad solventan el lucro indebido, no controlado por los Estados parte. Contribuyen al “blindaje jurídico” (de nuestra propia cosecha) y al ilegal cambio de misión de Itaipú (también de nuestra propia cosecha), el comportamiento errático de la binacional hidroeléctrica que actúa como un tercer Estado duplicando acciones gubernamentales.

–Muchos técnicos sostienen que nuestro país, incluso después del 2023, no podrá recuperar su energía, porque Brasil no solo querrá, sino que no podrá prescindir de la misma. Si esto es verdad, ¿qué debe reclamar nuestro país en esa esperada negociación? 

–a) Que la ANDE pueda vender gradualmente, asumiendo su derecho de adquisición, el excedente de la energía paraguaya al mercado brasileño. En el mercado brasileño, según la Cámara Comercializadora de Energía Eléctrica de Brasil, que establece la tarifa en base a los valores del PLD (Precio de Liquidación de las Diferencias), en agosto de 2018 el MWh de energía valía 505 R$, unos US$ 121,30 al cambio actual. Esta gestión, conforme a derecho, permitirá a Paraguay restaurar su dignidad nacional y su soberanía energética.

b) El cumplimiento de las Declaraciones del 25 de julio de 2009, que en su punto 6 contempla la posibilidad de Paraguay de “comercializar energía de Itaipú en terceros mercados a partir de 2023”. Se infiere que si Brasil iguala la mejor oferta, mantendría su prioridad.

c) Demostrar, una vez más, la ilegalidad de la deuda de Itaipú, indagada en mayo de 1997 por la Comisión Bicameral de Investigación del Congreso Nacional (CBI), y declarada como ilegítima por la Contraloría General de la República (CGR) en diciembre de 2010. Estas violaciones fueron corroboradas en el Informe del Vale Columbia Center (VCC) de Jeffrey Sachs, que señalaba “… nos parece que Paraguay debería ser liberado de cualquier cargo de la deuda después 2013”.

d) Determinar el nuevo Costo Anual del Servicio de Electricidad. Honrado el compromiso de la deuda, cabe establecer una nueva tarifa que permita atender los compromisos de Itaipú. Todo ello, respetando el Anexo C del Tratado de Itaipú, que prohíbe el lucro en beneficio de los Gobiernos de turno, a costa del consumidor.

e) Acordar con el socio condómino que el 50% de los fondos de Itaipú sean depositados en bancos paraguayos y que el 50% de la energía adicional a la garantizada sea aprovechada por la ANDE.

f) Urgir la libre navegación del río Paraná construyendo, de acuerdo con el Tratado de Itaipú, la postergada esclusa de navegación.

g) Ejercer la autonomía de la ANDE en la subestación de la margen derecha ubicada en predios de Itaipú en igual plenitud que la subestación de la margen izquierda en Furnas Centrais Elétricas SA, Foz de Yguazú.

–¿Cuál debe ser la estrategia paraguaya en 2023? 

–En toda negociación importan los derechos de las partes, no obstante hay que demostrarlos como lo hiciera, en 1895, el repúblico Blas Garay con los títulos de posesión del Chaco Boreal obtenidos en los Archivos de la India, en Sevilla.

–¿Qué debemos hacer los paraguayos para que no se repitan los magros resultados que obtuvimos en Yacyretá? 

–Luchar por la causa nacional que constriña a la clase política a la defensa de los altos intereses nacionales.

–¿Atenderá Brasil los reclamos paraguayos en el 2023 o, finalmente, deberá recurrir a la Corte Internacional de Justicia de La Haya? 

–De hecho Brasil no está en condiciones de devolvernos nuestra energía cedida casi gratuitamente. No apagarán sus luces para prender las nuestras. Solo resta exigir un precio justo o en su defecto, recurrir a las instancias internacionales reclamando nuestros derechos.

Entrevista de Ramón Casco Carreras

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