Auroras emerge con canciones sensibles

Pensar en la luna y el sol es pensar en dualidades. Nosotros los seres humanos somos también seres duales. Pensar en aproximarse a la música desde esa premisa y plasmar en letras y músicas distintas emociones, intensidades y colores, es lo que hicieron Diego y Panchi, que empezaron este proyecto siendo dos, pero encontraron en amigos y colegas a los aliados ideales para hacer crecer a las canciones.

Así el ciclo se completó con las colaboraciones de Belén Pinto, Guille Gayo, Marcelo Soler, Fede Mujica, Ale Frontanilla y Chelo Martínez, bajo la producción de Diego Serafini de Supernova Estudios, donde grabaron.

Si bien Diego y Panchi integran Garage 21, donde el abordaje pasa por el punk y las distorsiones, aquí plantan una mirada que apela a atmósferas más sensibles en temas de corte más pop rock o rock acústico. “Luna” y “Sol” tienen seis canciones cada una y fueron concebidas y grabadas todas en el mismo periodo, entre 2016 y 2017.

La idea de partir un álbum en dos fue atractiva para ambos y fue lo que dio forma a este concepto desde los astros, algo que también puede verse reflejado en el arte de tapa de los dos trabajos disponibles en Spotify. Entonces de forma orgánica, según afirmaron, cerraron un imaginario entre relato y sonido.

Sobre el puñado de canciones que conforman el más reciente lanzamiento, “Luna”, ambos coincidieron en que el trabajo de los invitados fue importante, ya que cada uno desde su visión aportó su identidad. “Creo que si las canciones se grababan como nosotros planeamos no iba a ser lo mismo, entonces creo que en cada canción está la impronta de todos los que participaron”, aceptó Zarza, voz y guitarra y también uno de los compositores de Auroras. Además reconoció que Serafini desde su rol “aportó muchísimas ideas que hoy hacen a las canciones”.

El capítulo “Buenas noches”

“Yo creo que responde al corazón”, es lo que dijo Galarce al pensar en el proceso de composición y de cuando a veces una canción no termina de cerrar. Uno de los casos fue el de “Buenas noches”, el corte con el que promocionan “Luna”.

Al principio ambas voces interpretaban el tema, pero a ninguno terminaba de cerrarle ese formato. La voz de Belén Pinto (Tribu Sónica, Evas), quien se encontraba grabando también en Supernova, fue finalmente el destello que dio poder al tema.

Así “Buenas noches” quedó en voces de ella y Zarza. “Cuando se agregó el elemento de Belén la canción subió hasta arriba y es tal vez una de las mejores canciones del EP y de todo el disco en sí”, reconoció Galarce. A lo que Zarza, compositor del tema, afirmó que como músico “uno ya tiene idea de cómo quiere que suene la canción y yo creo que eso le faltaba. Este tema ni remotamente pensamos que iba a ser sencillo hasta que un día apareció Belén y fue: ok, esta es la canción para sacar”.

El tema salió también con un video estrenado el 10 de marzo, que contó con dirección de la audiovisualista Xime Peaches. El trabajo fue realizado en tres días y, como fue desarrollado en plena pandemia se extremaron los cuidados y todo el equipo tuvo varias responsabilidades. El resultado, que cuenta con el protagonismo de Jime Ramírez y Fredy Aponte, puede verse en YouTube en el canal de Auroras.

La honestidad como bandera

Como entre composición, grabación y lanzamientos para ambos hubo una transición tanto humana como profesional, todo el proceso significa un ciclo que se cierra. Al mirar atrás y analizar las músicas, Diego confirmó que estas “tienen cosas que hacía antes que ahora veo de otra manera, entonces es como que sí cierra un ciclo de composición e incluso de aventura, que le abre camino a algo nuevo”, expresó.

“Yo creo que también va a ser diferente el futuro. Cada vez que escucho cosas que hicimos vuelvo a reafirmar por qué tenemos una banda y qué gusto que dio hacer ciertas cosas, o pienso ‘qué buena idea tuvimos acá’. Siento orgullo del trabajo que hicimos”, reafirmó Panchi quien, en los tiempos previos al inicio de Auroras empezó a consumir y a descubrir música de bandas como Kings of Leon, Mumford & Sons, incluso rock en español como La Vela Puerca, de donde se vio atraído por el tenor de letras reflexivas e introspectivas, por lo que Auroras fue el espacio perfecto para volcar ese lado suyo.

Para Diego, Auroras es el costado personal donde puede desarrollar música desde las inspiraciones de sus bandas favoritas como This Wild Life o Dashboard Confessional. De hecho, admitió que “Buenas noches” es bien sensible como lo que hacen dichos grupos norteamericanos.

“Yo creo que todas las canciones que son honestas y habladas desde el corazón en este momento como que se acrecientan más. Canciones más introspectivas en momentos de dificultad siempre van a significar mucho más”, consideró Panchi al pensar en cómo músicas con líricas bien sensibles encajan en momentos complicados como los que estamos viviendo, por más que hayan sido escritas hace tiempo. Mientras que Diego apoyó esa idea al exponer que “se siente” y uno puede darse cuenta “cuando una canción se escribió honestamente o cuándo una se escribió como para pegar; se siente la diferencia. Como dijo Panchi, siempre que sea honesto la gente se va a poder identificar con eso”, insistió.

Impulso a la música nacional

A pesar de los tiempos que corren y de las nuevas tendencias musicales, si bien Auroras promocionó ambos EPs con sencillos, igualmente ambos expusieron su amor por los discos como obras completas. Esas conversaciones son algo recurrente entre los músicos, quienes defienden el concepto del álbum.

“Para mí es re complicado”, reconoció Diego, para luego recordar cómo hace muchos años atrás la gente escuchaba discos enteros e incluso estaba expectante a la salida del videoclip para reafirmar la elección de la canción favorita. “Ahora se da totalmente lo contrario porque vos sacas un disco y es como que quemás todos los temas”, lamentando que el concepto de lo novedoso haya jugado en contra de la obra musical en donde varios temas hacían a una idea sonora de forma compacta. “Para mí es muy difícil porque soy fan de sacar discos”, consideró. “Para la gente hoy todo es novedad, y me parece que eso desvirtúa mucho el arte del concepto del disco en sí, aparte del momento en el que se graban las canciones, porque eso tiene que ver mucho con el contexto en el que estamos como banda”, añadió por su parte Panchi, sumando reflexiones a la idea de Diego.

Los músicos coincidieron además en que falta mucho más acompañamiento de los medios de comunicación a la hora de salir a defender una obra nueva. “Faltan programas de televisión y radio que pasen todo el tiempo rock nacional, y nosotros ya estamos viejos, ahora viene una nueva ola a la que ojalá le vaya mucho mejor de lo que nos fue a nosotros”, auguró. En cuanto a los espacios para tocar, pensó asimismo que faltan lugares más apropiados para que la gente vaya exclusivamente a escuchar música y en el desarrollo de esa cultura.

A su vez, Zarza planteó que lo que hacen otros países como, por ejemplo, Argentina, es dar la oportunidad y el espacio a todos los artistas y bandas. “Hay muchos medios acá y hay que insistir tanto en que pasen tu canción o que te den una entrevista, siendo que debería haber un espacio que de por sí haga eso. Por ejemplo los argentinos son mega fanáticos de su música, incluso anteponen su música a la de afuera, así como Brasil también, primero está su música y luego la del resto del mundo. Acá es todo lo contrario. Es todo lo que el mundo hace y después va el artista de acá. Y esa falta de apoyo no sé a qué se debe, no sé cómo se puede cambiar. Lo más difícil de ser músico acá es que la gente que tiene el medio para apoyarte no lo hace”, observó.

“Siempre opiné que Paraguay tiene demasiadas bandas interesantes, muchísimos artistas, y la mayoría de esos artistas están con un trabajo fijo y cuando pueden hacen música. Yo me imagino: si ese artista tan increíble solamente se dedica a ser músico imagínate lo prolífico que puede llegar a ser o cómo pueden mejorar sus composiciones”, planteó de igual manera Panchi.

Colaborar para crecer

A pesar de lo expuesto, ambos ven cómo hay propuestas frescas entre gente más joven que viene a dar un respiro de creatividad en la música nacional en general. “Estaba un poco asustado de lo que podía pasar hasta que aparecieron Los Ollies, banda de chicos jóvenes que me dieron una esperanza de que hay todavía chicos que están tocando la guitarra”, expuso Panchi, por lo que también subrayó que el rock “no va a morir nunca”. Zarza coincidió que le pasó al descubrir a Mati (Los Ollies, Mati la banda) “después de tanto tiempo de verle a los mismos de siempre haciendo otras bandas yo pensaba: ¿no hay un pibe que quiera agarrar la guitarra? No puede ser, y de repente apareció Mati con su guitarra y su disquito grabado en su casa”, recordó.

Añadieron también que las colaboraciones son importantes para el desarrollo de la escena. “Estaría bueno colaborar con algunos de estos chicos que están saliendo ahora y obviamente también con los clásicos. Yo creo que siempre hay que unir más que dividir”, remarcó Panchi.

Sobre el trabajo autogestionado también consideraron que es un beneficio tener la posibilidad de grabar todo lo que se pueda desde la casa, que es el caso de varios discos que han salido en los últimos tiempos. “Yo creo que en tu casa con una computadora y el software adecuado podés lograr grandes cosas. De repente si querés pegarte algunos lujos de cosas muy puntuales es bueno ir al estudio. Pero ya escuché demasiadas cosas que se hicieron en una pieza y que suenan increíbles, y creo firmemente que probablemente muchos discos van a seguir siendo hechos en piezas”, pronosticó Zarza.

Mientras Auroras disfruta del proceso de ver cómo “Luna” va dando sus pasos por el mundo, Panchi piensa en no descansar, porque afirma tener siempre ideas para grabar y espera poder trabajar elementos nuevos que sumaron en una nueva etapa, como a la bajista Andrea Domínguez o el baterista Erman Espínola. “Siempre estoy curioso para ver qué onda con Auroras después”, reconoció Panchi, quien también recalca en que siente que hicieron algo nuevo que no venían desarrollando. “Solo el tiempo lo dirá”, concluyó Zarza sobre el camino, dejando que el tiempo eleve a la música.