Mary Q. presenta además un videoclip dirigido por Walt Hermosa, donde aparecen también Mauri Román y Maxi Bonnin, quienes fueron productor y colaborador, respectivamente, en este trabajo.
Al respecto de esta nueva etapa, la artista afirmó que sentía la “necesidad específica de poder expresar sentimientos o pensamientos más personales” y “crear un espacio” en el que se pueda permitir “ser verdaderamente vulnerable a través de la música”.
Para ella este proceso se caracterizó por abrazar a la “búsqueda”, de ver hacia dónde les llevaban las canciones. “El beat original con el que compusimos la maqueta tenía unas vibras bien R&B, que fue lo que nos llevó hacia ese sonido en un principio, a partir de ahí fuimos guiándonos por lo que nos iba pidiendo”, explicó.
El equipo que la rodeó fue clave para Mary Q. quien destacó el trabajo de Mauri y Maxi. Con el primero, reconocido productor y baterista de Villagrán Bolaños, ya viene trabajando desde 2017, por lo que “hay una familiaridad muy cómoda” para ella a la hora de entrar al estudio. “Llevarle le canción a él a la hora de grabar, más que una decisión, fue un siguiente paso obvio”, afirmó.
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Detalló, asimismo, que Mauri “le dio uno de los componentes más importantes a la instrumentación de la canción” que fue el beat de la batería grabada por él. Eso, mezclado con la línea de bajo grabado por Chino Corvalán “le da ese groove casi bailable a un tema que, por donde le mires, en cambio es bastante triste”, reconoció.
Eso mismo, añadió, pasó con Bonnin, integrante del grupo nacional Cabo Maya, desde que comenzaron a crear las primeras melodías y letras. “Era algo muy fuerte y personal todo lo que yo estaba expresando, sin embargo, hacerlo a través de música y con el apoyo de él hacía que se sienta como un alivio hacerlo, hasta divertido”, confesó.
Cantar desde adentro
A diferencia de anteriores composiciones, Mary Q. confirmó que la forma en que esta nueva canción fue creada fue bastante diferente. Si antes ella iba “inventando” una historia o expresaba “sentimientos más abstractos”, nunca habló de su vida personal. Ahora sí.
“Las primeras sesiones de composición que fuimos teniendo eran más que nada como unas sesiones de terapia en las que yo iba ‘vomitando’ todos los sentimientos y pensamientos que estaban inundando mi cabeza en ese momento. Partiendo de ahí Maxi agarraba la guitarra y empezábamos a buscar progresiones y melodías que nos hagan sentir esos mismos sentimientos”, contó sobre la forma en que lo sonoro acompaña a lo emocional.
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Habiendo dado el puntapié inicial a este nuevo camino, la artista adelantó que con este mismo equipo ya está trabajando en la composición y producción de seis nuevas canciones, que serán parte de su primer disco como solista.