Soledad Pastorutti trajo un “brindis” por la vida y el derecho a la felicidad

Luego de una obertura instrumental, Soledad Pastorutti salió al escenario con una guitarra en mano y “Sigo siendo yo”, una balada que reafirma su identidad y esencia. Y es que a 27 años de haber revolucionado el Festival de Cosquín, hoy “La Sole” sigue conquistando al público con su potente voz y su enorme carisma, a lo que se suma su gran dominio de la escena.

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“Vivir es hoy”, una invitación a disfrutar el presente hecha canción; llegó luego acompañada por el chamamé “Trasnochados espineles”. Posteriormente, expresó su alegría por regresar a Paraguay, agradeció el cariño del público y pidió un aplauso para Frepa. “Espero darles todo de mí”, expresó.

También afirmó que en estos 27 años de carrera se propuso “demostrarle al mundo que quien hace folclore puede cantar otros ritmos”. Para luego recordar sus inicios con ropas gauchas y la apuesta por la moda que hizo en los últimos años. “Empecé a los ponchazos”, agregó entre risas.

Con “Los Paisajes” comenzó el recorrido por “Natural”, su álbum más reciente. En esta canción, inspirada en la situación que atraviesa la Argentina pero que puede aplicarse también a nuestro país, pide pan y trabajo para todos y reivindica a la felicidad como un derecho.

El chamamé volvió a hacerse presente con “A la abuela Emilia” y la clásica “Bañado Norte”, señalando su afinidad con toda la región del litoral argentino y también de Paraguay. Así invitó a su corista, la correntina Sofía Morales, y a la paraguaya María Isabel Vera a cantar juntas la polca “Lucerito Alba”, en medio de la euforia del público. Vera también se lució ejecutando el acordeón.

Las chacareras también estuvieron presentes en su repertorio con “De sólo pensar en ti” y “Cuando ya nadie te nombre”, esta última como un homenaje a Horacio Guarany. Pero el éxtasis llegó con “Entre a mi pago sin golpear”, en la que el público comenzó a revolear pañuelos y bufandas; seguida de “A don Ata”, en la que Soledad recibió flores y una bandera paraguaya que ofició de poncho para su revoleo característico.

A dúo con José Gaona

La artista invitó al cantante y compositor paraguayo José Gaona, al que conoció por medio de Los Nocheros. “Es un sueño Sole, te comenté en privado que para los artistas paraguayos es muy difícil salir de acá. Y hay muy poca gente que tiene el corazón que vos tenés”, expresó Gaona.

Ambos iniciaron una conversación en la que “La Sole” recordó sus orígenes y la confianza de su padre en su talento. “Mi papá compró los 5.000 discos que Sony estipulaba que se tenían que vender para no rescindir el contrato. Y él no tenía el dinero, lo hizo pidiendo plata prestada”, detalló.

“Tengo la fe de que cualquiera de nosotros puede llegar a donde quiera”, agregó la artista de Arequito. Y tras esta charla ofrecieron una emotiva interpretación de “La llamadora”, una zamba que grabó con Rally Barrionuevo en su nuevo álbum.

Así comenzó un segmento dedicado a este género musical, que incluyó “La del olvido”, “Zamba para decir adiós” y “Zamba para olvidar”. Tras una pausa en la que la banda ofreció un momento instrumental, Soledad reapareció en el escenario con una pollera blanca y dio paso al segmento más pop del show.

Fiesta de pop y cumbia

Así aparecieron canciones como “Tal como siento”, “Culpable o no”, “Tu cárcel” y “Eres”, esta última una composición propia inspirada en sus hijas. También bromeó con el guitarrista Lautaro Fernández, interpretando unos versos de “Rata inmunda”.

“Pasamos por todos los estados”, afirmó la artista, para luego invitar al público a pararse y bailar. “Que nadie sepa mi sufrir”, uno de sus primeros éxitos apareció en una versión de cumbia, seguida por “La suavecita”, “Lágrimas y flores” y “Lejos de ti”. Tampoco faltaron “El Bahiano”, “Tren del cielo” y “Quiero todo”, un sencillo lanzado el año pasado junto a Natalia Oreiro y Lali Espósito.

El bis no se hizo esperar y al poco tiempo Soledad reapareció en el escenario para el cierre, en el que recordó a su marido y sus hijas, así como los consejos de sus padres.

También recordó cómo una canción que le regaló Afo Verde fue adquiriendo relevancia con el tiempo. “Uno de los mejores momentos lo viví en este país cuando le canté a Leo Messi” y así dio paso a “Brindis”, para cerrar este reencuentro con el público paraguayo.

La apertura del concierto estuvo a cargo de María Isabel Vera, quien acompañada por una base rítmica y con su acordeón en mano cantó el chamamé “Cantalicio vendió su acordeón” y la polca “Rohecha jeyvo”. Luego tomó en sus manos el bandoneón y presentó dos temas de su autoría, “Te vas” y “Si me olvidas”, que fueron muy bien recibidos por el público.