La organización pública neerlandesa AvroTros debe decidir antes del 15 de septiembre cómo proceder de cara a la edición de Eurovisión que acogerá en 2025 la ciudad suiza de Basilea, después de haber condicionado su participación a la puesta en marcha de “ajustes estructurales” en el festival tras la “innecesaria y desproporcionada” descalificación de Klein el pasado mayo en Malmö (Suecia).
“Las discusiones están todavía en marcha en este momento. Lo estamos considerando todo y no haremos ninguna declaración hasta que se haya tomado una decisión”, señaló Eric Dekker, portavoz de AvroTros.
Sin embargo, la sociedad neerlandesa tiene más clara su decisión, según una encuesta realizada por el canal neerlandés RTL Nieuws. Un 58 % de los encuestados en Países Bajos no quiere ver en 2025 a un representante neerlandés sobre los escenarios de Eurovisión en Basilea como respuesta a la polémica expulsión de Klein.
El neerlandés fue uno de los participantes destacados de Eurovisión 2024 y aparecía como uno de los favoritos a la victoria en las casas de apuestas, pero acabó convirtiéndose en el primer artista descalificado en la historia del festival.
Solo un 24 % de los neerlandeses ha perdonado la decisión de la organización y no le importa que el país vuelva a competir. El 18 % de los encuestados restantes no tiene una opinión al respecto.
Klein hizo supuestamente un gesto amenazante hacia una mujer que lo grababa sin su consentimiento tras su actuación en semifinales y la Unión Europea de Radiodifusión (UER) lo expulsó del certamen apelando a su política de tolerancia cero hacia esos comportamientos y llevó el caso ante las autoridades suecas.
Pero la Fiscalía sueca decidió en agosto cerrar el caso abierto contra el neerlandés, después de que la investigación mostrara que Klein "hizo un movimiento que alcanzó la cámara de la mujer", pero los hechos transcurrieron "de forma rápida" y fueron interpretados "de forma distinta" por los testigos.
"He decidido cerrar la investigación porque no puedo probar que el hecho provocase miedo serio o que el hombre tuviese esa intención", explicó el fiscal Fredrik Jönsson en su comunicado. La denunciante no apeló la decisión, lo que puso fin a la investigación.
A pesar del cierre del caso, la UER aseguró que aún “apoya completamente” la decisión de descalificar a Klein y subrayó que la investigación de la Fiscalía sueca se centraba en si se había cometido un delito, y no en sí el cantante “se comportó de manera inapropiada” y violó las reglas de Eurovisión, por lo que el fin de la investigación “no tiene influencia” en la decisión tomada en mayo.
AvroTros reiteró, en respuesta, que sigue “profundamente decepcionada” por la descalificación de Klein y advirtió de que ha dicho “desde el principio” que la decisión de dejar fuera al neerlandés fue “innecesaria y desproporcionada” y “ese sigue siendo el caso”.
También recordó que sigue sin resolverse su condición de implementar “ajustes estructurales” para “volver a centrarse en los artistas y el mensaje musical”.
Por su parte, el equipo de Klein subrayó que “los últimos meses han sido terriblemente difíciles” y lamentó que, aunque le “encanta actuar en todo el mundo, (el cantante) no se sentía del todo bien” dada la investigación abierta en Suecia sobre el incidente, pero ahora está “feliz y aliviado” y trabaja en un nuevo álbum porque “el amor siempre gana”, señaló.
"Podemos decirlo en voz alta: nunca hubo una razón para este caso", añadió. Lo que tampoco está claro es sí Klein volvería a representar a Países Bajos el próximo año en Eurovisión.
Antes de la descalificación del neerlandés, Eurovisión 2024 ya era probablemente la edición más polémica de la historia por la presencia de Israel en medio de su cruenta ofensiva militar en Gaza.
Múltiples voces pidieron sin éxito que Israel fuese expulsado, en línea con lo que se hizo con Rusia en 2022 tras la invasión en Ucrania.