La investigación señala que, en el año 2018, el imputado captó a una niña de 12 años y la trasladó a una vivienda en el km 8 Monday de Ciudad del Este. En dicho lugar, la habría sometido a un régimen de servidumbre y trabajos domésticos forzosos, bajo constantes maltratos físicos. Posteriormente, la explotación continuó en otra vivienda ubicada en el Área 6 de Hernandarias.
Lea más: Umbanda: qué es y por qué se le asocia con la brujería
Según el documento, en el año 2019, cuando la víctima tenía 13 años, el procesado habría consumado actos sexuales y diversos abusos físicos en la vivienda del km 8 Monday. El imputado presuntamente utilizó amenazas de muerte contra la menor y su familia. En Hernandarias, la víctima habría sufrido agresiones, incluyendo golpes con ollas de hierro que le provocaron heridas en la cabeza.
En diciembre de 2022, el imputado habría coaccionado mediante la fuerza a un hombre adulto, obligándolo a padecer actos sexuales durante supuestos rituales en la vivienda de Hernandarias. Entre los años 2023 y 2024, el sospechoso captó a otros tres hombres, a quienes mantuvo bajo esclavitud y servicios forzosos en Hernandarias y en un tinglado de Minga Guazú. A estas víctimas se les prohibió el contacto externo y se les obligó a dormir en el suelo, según la investigación fiscal.
La Fiscalía fundó la imputación en actas de entrevistas a las víctimas y en el informe médico forense que confirma las lesiones físicas de la víctima menor. La calificación legal preliminar atribuye al procesado los tipos penales de abuso sexual en niños, coacción sexual y violación, y trata de personas con sus agravantes especiales.
Lea también: Investigan a secta en Minga Guazú por trata, abuso sexual en niños y sacrificios rituales
La fiscala Vivian Coronel solicitó al Juzgado Penal de Garantías la notificación de la ampliación de imputación y un plazo de dos meses para presentar el requerimiento conclusivo.