RÍO DE JANEIRO (EFE). En el complejo de la Maré, el 51% de sus habitantes son mujeres y la mayoría son cabeza de familia. Son ellas las que llevan la batuta en la lucha contra el covid-19. Las que no han perdido el trabajo continúan saliendo día a día a buscar el pan y muchas de las que tuvieron que parar se han unido a la causa de la Red de la fundación Casa de las Mujeres a través de sus programas o de labores voluntarias.
Julia González es una de ellas, a sus 36 años tiene bajo su coordinación “La Casa de las Mujeres”, un espacio donde, además de brindar asistencia sociojurídica, se dictaban cursos de peluquería, gastronomía, bordado y alfabetización. Tras la pandemia, la casa fue adaptada para preparar las comidas que alimentan, día a día, a los más vulnerables del complejo. “Más de la mitad de las mujeres de Maré son responsables de los ingresos familiares, entonces entendemos que incidir en la mejoría de la calidad de vida de las mujeres es incidir en forma general en la mejoría de la Maré”, aseguró Julia González.
Que no falte el pan
Las calles volvieron a su dinámica en Maré, en medio de un comercio atiborrado y de la congestión del tráfico, este complejo de favelas en Río de Janeiro vive en plena pandemia una “nueva normalidad”.
La pobreza y la violencia permanecen, pero la solidaridad es ahora más visible. Pese al evidente abandono del Estado en una comunidad en la que impera la pobreza y donde la precariedad de servicios esenciales como la salud, el saneamiento básico y la seguridad son el pan de cada día, la gente del complejo de Maré no se rinde ante los retos que impone el covid-19.
La prioridad durante la pandemia ha sido ayudar a los más necesitados, una labor liderada por Redes de la Maré, una ong que desde hace más de dos décadas busca garantizar una mejor calidad de vida para los habitantes del complejo. Esta organización adecuó por completo la infraestructura humana y logística de sus programas para centrarse en proyectos relacionados con seguridad alimentaria y salud, que han beneficiado a cerca de 55.000 personas en Maré con la entrega de cestas básicas de alimentos y productos de aseo y tapabocas.
Solidaridad para enfrentar al virus en pandemia
“Mucha gente se puso a disposición para ayudarnos y creo que eso revela un histórico de resistencia, lucha y trabajo colaborativo”, señala Luna Escorel Arouca, una de las coordinadoras de la Red. "La solidaridad también se ha visto entre los empleadores de la misma comunidad, que a pesar del freno que les fue impuesto por la pandemia, optaron por hacer maromas para extender la mano a sus trabajadores.