Según un comunicado especial de la Cumbre, los países de la región formada por los 19 de América Latina, España, Portugal y Andorra, pidieron propiciar "actividades que permitan el aprovechamiento sostenible e integrado de los recursos naturales, y busquen la prevención o la reducción de la degradación del suelo".
En esa línea, se mostraron "conscientes de la necesidad de establecer políticas para contrarrestar la desertificación, que a su vez sean tendentes a garantizar la seguridad alimentaria, la erradicación de la pobreza, la seguridad hídrica, la promoción del desarrollo económico, la adaptación y mitigación al cambio climático"
Además, esas políticas deberían ser garantes de "la sostenibilidad del medio ambiente, la protección de la biodiversidad y la promoción de la igualdad de género y de la participación de jóvenes y pueblos indígenas".
La región también reconoció "la necesidad de propiciar escenarios que resalten la importancia apremiante de emprender acciones para luchar contra la desertificación y mitigar los efectos de la sequía" a través del fomento “de acceso responsable y la tenencia de la tierra con un enfoque de género".
"Motivamos a los Estados a continuar y aunar los esfuerzos para dar cumplimiento a los compromisos, objetivos y metas antes mencionados mediante el involucramiento público junto con las organizaciones de la sociedad civil y el sector privado, para llevar adelante en forma plena y con recursos financieros acordes, estrategias transformadoras", instaron.