Así lo informó la Jefatura de Policía de Canelones a través de un comunicado en el que detalló que el ciudadano brasileño había hurtado de una oficina que estaba abierta herramientas, el uniforme e ingresó al avión a través de una escalera hidráulica.
El joven, de 26 años, fue detenido por el personal de seguridad del aeropuerto internacional que, además, constató que había ingresado a Uruguay de forma ilegal.
El ciudadano brasileño declaró horas después en la Justicia Letrada de primer turno de la Ciudad de la Costa (sureste) donde se lo sentenció a dos meses de prisión por un delito de hurto en grado de tentativa.
Uruguay mantiene sus fronteras cerradas debido a la pandemia de la covid-19, sin embargo, tiene una serie de excepciones para permitir el ingreso.
Además, en la frontera seca con Brasil, donde muchas ciudades mantienen una vida binacional -como es el caso de Rivera (noreste) y la ciudad brasileña Santana do Livramento- ya que los ciudadanos residen en un país y trabajan en el otro y la división de naciones es prácticamente inexistente, no hay restricciones.