La ley de medios polaca quiebra el "idilio" entre Varsovia y Washington

Miguel Angel Gayo MacíasCracovia (Polonia), 14 ago (EFE) - Las relaciones de Polonia con su gran aliado transatlático, EEUU, entran en una fase compleja que amenaza resquebrajar su "idilio" a raíz de una ley de medios que implicará la expulsión de un canal de televisión norteamericano, crítico con Varsovia.

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La aprobación de esta ley, junto con otra reforma que limitará las indemnizaciones a las víctimas judías de la Segunda Guerra Mundial, ha desencadenado las críticas, tanto internas como internacionales, entre las cuales destacan las reacciones rápidas y contundentes desde Washington.

El secretario de Estado norteamericano, Anthony Blinken, publicaba pocas horas después de la votación en el Parlamento un mensaje en sus redes sociales en el que aseguraba estar "profundamente contrariado" por un cambio legal que "amenaza la libertad de los medios de comunicación" en Polonia. Advertía de posibles consecuencias para las inversiones estadounidenses en el país.

El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, defendió el proyecto y aseguró que era "necesario endurecer el sistema para impedir que empresas de fuera de la UE compren medios (que operen en Polonia)" y de este modo prevenir "amenazas híbridas y peligros de desinformación". Respondió a Blinken diciendo que "nuestros amigos americanos no tienen nada que temer".

La reforma en cuestión es conocida como "ley anti TVN" porque restringe la existencia de medios de información de propiedad extranjera en Polonia y afectará especialmente al canal de televisión privado TVN, muy crítico con el gobierno ultraconservador polaco y perteneciente a una empresa estadounidense.

La otra reforma legal, referida a los derechos de restitución de propiedades forzosas, que quedarán limitadas a los casos de los últimos 30 años, ha sido también ampliamente criticada por varios países y no ha hecho sino tensar aún más las relaciones entre Varsovia y Washington, que atraviesan su peor momento en las últimas décadas.

El clima diplomático entre ambos países cambió radicalmente tras la salida de Donald Trump de la Casa Blanca, con quien el gobierno liderado por el ultraconservador partido Ley y Justicia (PiS) mantuvo una buena sintonía.

Con la llegada al poder de Joe Biden la situación cambió. Ya en su campaña electoral de 2020, el entonces candidato demócrata advirtió: "ya ven lo que está ocurriendo en Bielorrusia, en Polonia y en Hungría y el auge de los regímenes totalitarios en el mundo".

Durante la administración Trump, Polonia firmó un contrato de más de 4.000 millones de euros para comprar 32 cazas F-35, propuso la instalación de una base militar permanente en suelo polaco -a la que el presidente Andrzej Duda propuso llamar ´Fort Trump´-, recibió al presidente norteamericano en Varsovia en una visita calificada de histórica, y obtuvo la exención de visado para sus ciudadanos en viajes a EE.UU., una decisión meramente administrativa pero que Varsovia presentó como una victoria política.

La subida al poder de Biden terminó con el idilio entre ambos aliados de la OTAN. Las críticas a la política homófoba de Varsovia o desoír las peticiones de ampliar la presencia militar norteamericana en Polonia, llevaron al ex ministro de Exteriores y actual eurodiputado polaco Witold Waszczykowski a declarar sin ambages este viernes que las "relaciones (son) difíciles con los estadounidenses porque la administración Biden está actuando raro. Tuvimos, en cambio, una gran relación en los días de Donald Trump".

Waszczykowski llegó a decir que "si la información que les llega a los estadounidenses de Polonia proviene del actual embajador en funciones (Bix Aliu), estoy convencido de que es incorrecta y parcial".

Pocos días antes, el exministro afirmó que Bix Aliu "debe ser considerado una persona non grata y ser expulsado de Polonia", y se quejó de los mensajes de apoyo del enviado norteamericano a la comunidad LGBT polaca, que justificó "porque él mismo proviene de una minoría".

Por su parte, el viceministro de Exteriores polaco, Pawel Jablonski, tildó de "emocional, un poco histérica", la decisión de TVN de pedir mediación internacional para resolver la situación.

Teniendo en cuenta sus desencuentros con Bruselas, Varsovia corre el peligro de caer en la marginación internacional si su relación con EE.UU. sigue deteriorándose.

Las posibles sanciones que Washington podría imponer a Varsovia, desde la paralización de la entrega de los 250 tanques Abrams que formalizó hace poco Polonia, hasta vetar la entrada en el país a algunos diplomáticos polacos, no se han materializado. Según Jablonski, nunca lo harán porque ambos países comparten "preocupaciones comunes en materia de seguridad".

Sin embargo, con los recientes cambios legislativos, Polonia está imponiendo una dura prueba a sus relaciones bilaterales con Washington.

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