Un mapa literario y personal del París de Marcel Proust

Marta Garde París, 15 dic (EFE).- Marcel Proust nació y murió en París y la ciudad marcó tanto su vida personal como su trayectoria literaria, teniendo sobre ambas una influencia que el Museo Carnavalet de la capital francesa analiza por primera vez.

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"Marcel Proust, un roman parisien" abre sus puertas este jueves y hasta el próximo 10 de abril acerca al público al París del literato (1871-1922), elevado a la categoría de mito gracias a su obra cumbre, "En busca del tiempo perdido".

"París fue constitutiva de la personalidad y de la formación estética y cultural que iba a adquirir", explica a Efe la comisaria científica de la muestra, Anne-Laure Sol.

Proust fue hijo de una familia burguesa acomodada que le facilitó moverse en ambientes culturales "extremadamente ricos y variados", con amistades con los artistas e intelectuales de la época y salidas frecuentes al Louvre o al teatro "que nutrieron su pensamiento y participaron en la elaboración de su vocación como escritor".

Las casi 300 piezas expuestas, entre pinturas, esculturas, fotografías, maquetas, ropa y accesorios o manuscritos, así como adaptaciones cinematográficas de su obra, suponen una inmersión en su universo y en la vida en la ciudad de finales del XIX a principios del XX.

Porque más allá de Illiers, de donde procedía su familia paterna, de alguna estancia en Cabourg y Bretaña para aligerar sus crisis de asma y de algún viaje a Venecia y Holanda, París fue para Proust su escenario casi exclusivo.

Fue ante todo "un hombre de la rive droite", recuerda Sol sobre su preferencia por la orilla derecha del Sena.

Nació en el 96 rue de la Fontaine, en el antiguo pueblo de Auteil y actual distrito XVI de París. La familia se instaló dos años más tarde en el 9 boulevard Malesherbes y cuando sus padres murieron se mudó, en 1906, al 102 boulevard Haussmann, un lugar del que decía que era el barrio "más feo" que había visto nunca.

Su infancia y adolescencia, época en la que descubrió su homosexualidad, transcurrió por los jardines de los Campos Elíseos y el liceo Condorcet, el instituto de las élites liberales e intelectuales de la III República francesa.

ESCENARIO VITAL Y LITERARIO

"Sus principales direcciones son prácticamente las mismas que las de los personajes de sus novelas", apunta la comisaria de una exposición que refuerza con distintos mapas los lugares emblemáticos de uno y otros.

París, según el recuento facilitado por Sol en el catálogo, aparece citado 578 veces en "En busca del tiempo perdido", pero en su opinión la versión novelada de la ciudad es ante todo "un estado de ánimo" y la falta de precisiones topográficas en la misma hace que adquiera "una dimensión fantástica".

El Museo Carnavalet explora el París que aparece en los siete volúmenes de esa obra magna, tres de ellos póstumos, porque falleció sin haber podido acabar su edición, y con los paralelismos entre Proust y el protagonista, Charles Swann, mezcla lo documental y lo ficticio y lo real con lo imaginario.

La exposición toma su nombre de una carta que envió a su amigo Louis de Albuféra en 1908, en un momento en el que todavía estudiaba qué dirección darle a esa novela, y tiene lugar en el año del 150 aniversario de su nacimiento y a uno del centenario de su muerte.

Dos efemérides que sirven de pretexto para recordar a un escritor ante el que no hay que sentirse "intimidado": "Más allá de los elementos de contexto, históricos y culturales, describe el itinerario de un ser humano que atraviesa pruebas como el amor, el deseo, la muerte o la realización de uno mismo, cosas comunes a muchos de nosotros", concluye la comisaria.

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