Según datos del Ministerio de Salud, los casos han aumentado un 132 % en la última semana y un 112 % en la comparación a catorce días, con incrementos en las 16 regiones del país.
En las últimas 24 horas, la tasa nacional de positividad fue del 7,2 % y se registraron 3.922 nuevos contagios y cuatro fallecidos, que elevan el balance total a 1,83 millones de infectados y 39.289 muertos.
Las fiestas navideñas y la llegada de la variante ómicron han complicado la situación epidemiológica, que llevaba seis meses bajo control, tras una grave ola que obligó a confinar al 90 % de la población entre marzo y junio pasados.
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La ómicron, de la que ya hay más de un millar de casos confirmados —más del 80 % de los positivos detectados en las PCR que se realizan en el aeropuerto—, podría elevar los casos a más de 10.000 diarios.
En paralelo, el país ha llevado a cabo una de las campañas de inoculación más exitosas del mundo, con más del 92 % de la población (19 millones de habitantes) con el esquema completo y con más de 11,3 millones de dosis de refuerzo aplicadas.
El Gobierno empezó el lunes la administración de cuartas dosis a personas inmunodeprimidas y, a partir del 7 de febrero, se extenderá a mayores de 55 años, convirtiendo a Chile en el segundo país del mundo que administra dos dosis adicionales después de Israel.
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La vacuna más usada es CoronaVac, del laboratorio chino Sinovac, aunque también se administran en menor medida Pfizer/BioNTech, AstraZeneca y Cansino.
Pese al aumento de casos, el país disfruta todavía de amplias libertades en comparación con el inicio de la crisis sanitaria y no hay ningún municipio en cuarentena total, aunque se han restringido los aforos en algunas ciudades.
Las fronteras permanecen abiertas para residentes y para turistas vacunados a través del aeropuerto internacional ubicado en Santiago y varios puntos de ingreso terrestres.