El director del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), Humberto Arandia, precisó en una rueda de prensa que la pobreza extrema se manifiesta principalmente en el área rural con un 23 %, en cambio la urbana llega al 6,1 %.
Mientras que un 47,9 % de la pobreza moderada está en el campo y el 31,4 % en las ciudades, según los valores de una encuesta de hogares.
Arandia manifestó que la consulta se desarrolló entre el 18 de octubre y el 17 de diciembre del año pasado en áreas urbanas y rurales "de los nueve departamentos del país", en la que se tuvieron en cuenta características demográficas, de salud, educación, empleo, nivel de ingresos y acceso a tecnología y comunicación, entre otros.
El director del INE destacó que los datos tienen niveles de error "realmente bajos" debido al "gran tamaño" de la muestra que abarca casi a 50.000 personas y la metodología que toma a las viviendas como base del análisis.
En el estudio se utilizaron "parámetros rigurosos" como el método de Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y tuvo el aval del Banco Mundial, aseguró Arandia.
A su turno, el subdirector de la Unidad de Análisis de Políticas Sociales y Económicas (Udape), Ronald Pardo, describió la evolución de los indicadores de pobreza extrema y moderada entre 2006 y 2021 destacando los efectos en 2020, cuando se sintieron las consecuencias de la crisis política de 2019 y la etapa más dura de la pandemia.
Pardo mencionó que en 2006 la pobreza moderada llegó a 59,9 % y que en 2019 se redujo al 37,2 % mientras que en 2020 se ubicó en 39 % y 36,6 % el año pasado.
En el caso de la pobreza extrema, el subdirector de Udape apuntó que en 2006 ese indicador alcanzó un 37,7 % y que en 2019 descendió al 12,9 % en tanto que en 2020 hubo un incremento de 13,7 %, mientras que el año pasado fue de 11,1 %.
La brecha de desigualdad salarial, que en 2005 era de 128 veces entre el 10 % de la población con menores ingresos en relación al 10 % más rico, se ha reducido a 20 el año pasado aunque en 2020 esa diferencia fue de 27, dijo Pardo.
Durante el informe también se estableció que el 36 % de la población boliviana tiene ingresos bajos cuando esa proporción era mayor en años anteriores.
También se valoró el impacto de algunas medidas estatales como el pago del bono contra el hambre o la devolución de un porcentaje de los aportes a las AFP, entre otras.
El Gobierno ha establecido un presupuesto para 2022 de más de 5.000 millones de dólares para la recuperación económica posterior a la pandemia en diversos sectores de la economía.
Según las proyecciones económicas oficiales, el país tendrá este año un crecimiento del 5,1 %, una inflación de 3,4 % y un déficit fiscal -8 %.
Según datos oficiales Bolivia tiene más de 11,6 millones de habitantes.