Así se expresaron este miércoles expertos en desinformación pertenecientes al Foreign Office y al ministerio británico de Cultura durante la "Conferencia sobre Ciberseguridad Reino Unido-España 2022", en la que intervino también la responsable española de esta materia en el Departamento de Seguridad Nacional (DSN).
Organizada por la embajada británica y la universidad española Nebrija, la conferencia contó asimismo con la participación del embajador en España, Hugh Elliott, quien animó a fortalecer la cooperación en ciberseguridad frente a "la autocracia rusa" responsable de la "brutal invasión" de Ucrania que, según resaltó, amenaza la libertad y los principios democráticos en Europa.
En nombre del Foreign Office, el jefe de Política y Compromiso del ministerio, Simeon Welby, enumeró distintas campañas de desinformación sobre Ucrania promovidas en internet desde antes de la pandemia y explicó que su departamento ha descubierto una amplia gama de sitios web que difunden contenidos engañosos y cuyos propietarios parecen estar vinculados indirectamente al Estado ruso.
Tras subrayar que este tipo de contenidos pretende desestabilizar y polarizar a las sociedades, Welby advirtió de que no es fácil detectar la desinformación y lamentó la escasa capacidad de control legislativo sobre lo que se publica en internet y se difunde en redes sociales.
Por su parte, la jefa de Estrategia y Política contra la Desinformación del ministerio británico de Cultura, Medios de Comunicación y Deporte, Beth Lambert, expuso cómo su Gobierno trabaja con las grandes plataformas digitales, como Meta (Facebook), Twitter, YouTube y TikTok para avanzar hacia respuestas más eficaces frente a los contenidos perjudiciales.
Lambert precisó que la nueva legislación sobre seguridad que prepara el Gobierno británico pretende garantizar que las plataformas digitales sean más transparentes con los datos que manejan y también que actúen con responsabilidad, en coherencia con unos términos y condiciones de uso éticos y claros frente a contenidos falsos, violentos o que puedan causar daños.
En este contexto, pidió a las plataformas que sean "más proactivas" a la hora de retirar y eliminar de las redes los contenidos perjudiciales.
También recalcó la importancia de la colaboración internacional para compartir conocimientos que permitan responder y abortar de forma global una amenaza como la planteada por la desinformación, "que no tiene fronteras".
En representación del DSN español, la jefa de Ciberseguridad y Desinformación de este departamento gubernamental, Marina Rodríguez Díaz, consideró imprescindible una cooperación entre las instituciones públicas y la prensa, las agencias de verificación y otras entidades privadas para poder prevenir, detectar y contrarrestar este tipo de campañas.
La lucha contra la desinformación debe ser compatible con el derecho a la información y contribuir además a asegurar el desarrollo libre y justo de los procesos electorales, precisó Rodríguez, quien recordó cómo un informe de la UE había identificado posibles injerencias extranjeras en alguno de esos procesos, tanto en el Reino Unido como en España.
En este combate, la UE intenta detectar y neutralizar conductas de manipulación, no necesariamente ilegales y habitualmente encubiertas, que socavan los principios básicos de la democracia y el Estado de Derecho, si bien legislaciones nacionales como la española no están suficientemente adaptadas para perseguir de forma penal "todos los comportamientos" asociados a la desinformación.