"Es una desviación de las decisiones de la Liga Árabe, violación de las sanciones internacionales y recompensa por sus crímenes, además de ser desprecio por la sangre de un millón de mártires sirios", dijo la Coalición Nacional Siria (CNFROS), el principal grupo de la oposición en el exilio en un comunicado.
La nota recuerda que la visita, la primera del mandatario sirio a un país árabe desde el inicio de la revuelta popular en Siria hace 11 años, "coincide con el aniversario del asesinato del primer mártir por el régimen de Asad (..) no esperábamos que un país hermano reciclara a este criminal".
Al Asad visitó ayer por sorpresa EAU, donde se reunió con altos mandatarios emiratíes encabezados por el primer ministro, Mohamed bin Rashid al Maktum, y el príncipe heredero y gobernador de facto de ese rico país del golfo, Mohamed bin Zayed.
La agencia de noticias oficial emiratí, WAM, publicó un vídeo que mostró al mandatario sirio, junto a su delegación acompañante, en las residencias de Bin Zayed en Abu Dabi, sonriente y rodeado de varios altos cargos emiratíes.
"Es un error grave que debe ser rectificado (..) recordemos que aceptar al criminal es aceptar su crimen", añadió el comunicado de la coalición opositora siria, y solicitó a EAU que "corrija su posición y acate la posición árabe e internacional de aislar este régimen criminal".
EAU, uno de los principales aliados árabes de Estados Unidos en el golfo, cortó relaciones con Damasco entre 2012 y 2018 por su represión de la revuelta popular y su actuación en el conflicto armado en Siria, cuyo régimen es un firme aliado de Rusia e Irán.
Pero tras la reelección de Al Asad en las urnas el pasado mayo, EAU ha dado algunos pasos para estrechar sus lazos con Damasco, incluyendo un viaje a Siria en noviembre pasado por parte del ministro de Exteriores emiratí, Abdalá bin Zayed al Nahyan, quien había estado en su territorio por última vez en mayo de 2011.