Según la agencia oficial kuwaití, KUNA, el emir emitió un decreto en el que aceptó la renuncia del primer ministro, Sabah al Jaled, y los ministros del gabinete, a los que pidió "continuar desempeñado lo urgente de sus funciones hasta la formación de un nuevo Gobierno".
Al Jaled presentó a principios de abril pasado la dimisión de su gobierno apenas cuatro meses después de su formación tras un diálogo patrocinado por el emir para poner fin a la histórica confrontación entre los poderes Ejecutivo y Legislativo, dominado por la oposición.
Durante ese diálogo, el emir aprobó la puesta en libertad de decenas de disidentes políticos en el marco de una reconciliación nacional.
Ese paso reconciliatorio no impidió, sin embargo, a los legisladores opositores a interpelar a cuatro ministros, entre ellos los de ministros Defensa e Interior que dimitieron el pasado 17 de febrero tras acusar, en un comunicado, al parlamento de "abuso de las herramientas que le permiten interpelar" a los ministros.
El último fue el cuarto gobierno de Al Jaled que dimite en menos de dos años por la tensión con el Legislativo, cuyos miembros acusan al Ejecutivo de no ser capaz de afrontar las consecuencias económicas de la pandemia y la consiguiente caída de los precios del crudo, la principal fuente de ingresos del Estado.
Kuwait no tiene partidos políticos, pero es el único país árabe del golfo Pérsico que cuenta con un Parlamento elegido democráticamente y que tradicionalmente ha ejercido un papel de control sobre el Ejecutivo.