Los investigadores esperan que sus hallazgos sirvan para reforzar la atención que reciben las personas con problemas de salud mental, aumentando la cantidad de trabajadores sanitarios especializados y mejorando el acceso a cuidados.
Según los expertos, este tipo de problemas están más relacionados con la posibilidad de desarrollar síntomas a largo plazo que factores de riesgo como la obesidad, el asma o la hipertensión.
Esta forma de “covid larga” afecta a cerca de un 20% de los adultos estadounidenses que se han infectado con el coronavirus, de acuerdo con datos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés).
Para su estudio, los investigadores analizaron los datos de 3.000 pacientes que contrajeron la enfermedad a partir de abril de 2020, después de completar una entrevista sobre su estado de salud mental.
Después, compararon los datos de los que desarrollaron síntomas a largo plazo con los de los que no, y descubrieron que la depresión o la ansiedad, por ejemplo, se asociaban a un riesgo entre el 32% y el 46% superior de contraer “covid largo”.
El "covid largo" se define como la permanencia, más allá de cuatro semanas, de los síntomas más comúnmente asociados a la enfermedad, como la fatiga, problemas digestivos y respiratorios, o problemas neurológicos.
“Tenemos que considerar la salud psicológica como un factor de riesgo más, junto a la salud física, de la covid-19″, aseguró en una nota de prensa una de las autoras principales del estudio, Andrea Roberts.