Se llevó a cabo en Londres el funeral de Estado de Isabel II

El féretro de la reina Isabel II es ingresado a la abadía de Westminster, en Londres, este lunes.103212+0000 JACK HILL

El funeral de Estado de Isabel II, con la presencia de la familia real británica, jefes de Estado de numerosos países, primeros ministros, reyes y príncipes, se llevó a cabo este lunes en la Abadía de Westminster, en el centro de Londres.

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El féretro con los restos de la reina, fallecida el pasado día 8, fue transportado desde el Salón de Westminster (en el Parlamento), donde estuvo abierta varios días la capilla ardiente, en una cureña tirada por más de cien marineros de la Marina británica.

El rey Carlos III y sus tres hermanos, la princesa Ana y los príncipes Andrés y Eduardo, así como los príncipes Guillermo y Enrique, nietos de Isabel II, caminaron junto al féretro.

Los príncipes Jorge y Carlota desfilaron asimismo al lado de sus padres, los príncipes de Gales.

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El ataúd permanecerá cubierto con el Estandarte real, la corona imperial; el orbe real, pieza que representa al mundo cristiano, el cetro de oro, que simboliza el poder, y una corona de flores.

El funeral está a cargo del deán de Westminster, David Hoyle, quien comenzó la ceremonia recordando que “con dolor y profunda gratitud, venimos a la Casa de Dios, a un lugar de oración, a una iglesia donde el recuerdo y la esperanza son tareas sagradas”.

”Aquí, donde la reina Isabel II se casó y se coronó, nos reunimos venidos de toda la nación, de la Commonwealth -mancomunidad de naciones-, y de todas las naciones del mundo para llorar nuestra pérdida, recordar su larga vida de servicio desinteresado, y con confianza comprometerse a la gracia de Dios, nuestro creador y redentor”, señaló el religioso.

Agregó que “con afecto, recordamos su amor por su familia y su compromiso por las causas que apoyaba”.

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El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, primado de la Iglesia anglicana, ensalzó en su sermón la vocación de servicio que distinguió a Isabel II, fallecida con 96 años tras siete décadas en el trono del Reino Unido.

”El duelo de este día, sentido no solo por la familia de la reina fallecida, sino por toda la nación, la Commonwealth y el mundo, proviene de su vida plena y de su amoroso servicio, que se nos han ido”, dijo el religioso.

El funeral se celebra en presencia de los reyes de España, Felipe VI y Letizia; del presidente de EE.UU., Joe Biden; del jefe de Estado de Francia, Emmanuel Macron, así como los reyes de Holanda, Guillermo Alejandro y Máxima; y los reyes de Bélgica, Felipe y Matilde, y otros dignatarios del mundo.

Truss evoca el Evangelio de Juan

Liz Truss, primera ministra del Reino Unido.

La primera ministra británica, Liz Truss, leyó un fragmento del Evangelio de Juan durante la ceremonia.

”Jesús le dijo: yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie viene al Padre, sino a través de mí. Si me habéis conocido, habréis conocido también al Padre”, declaró Truss frente a los jefes de Estado y mandatarios mundiales reunidos en el templo.

La secretaria general de la Mancomunidad de Naciones, Patricia Scotland, leyó también un fragmento de la Biblia durante la ceremonia.

”Él debe reinar hasta que haya puesto a todos sus enemigos bajo sus pies. El último enemigo que debe destruir es la muerte, porque es necesario que lo corruptible se vista incorrupción y lo mortal se vista de inmortalidad”, dijo la diplomática británica.

Cierre con gaitas

El funeral de Estado concluyó con la interpretación por el gaitero real del lamento Sleep, dearie, sleep, después de que la congregación entonara el himno nacional y se guardaran dos minutos de silencio en el Reino Unido.

El lamento fue interpretado por Paul Burns, gaitero del Real Regimiento de Escocia, en uno de los momentos más conmovedores del servicio religioso.

Justo antes, los asistentes al funeral, entre ellos los reyes de España y numerosos dignatarios extranjeros, entonaron el himno nacional británico, que desde la muerte de la soberana el 8 de septiembre sustituye el “Dios salve a la reina” por “Dios salve al Rey”.

Después del servicio funerario, el féretro será trasladado ahora a pie hasta el Arco de Wellington, en el centro de Londres, para ser desplazado desde allí en coche al castillo de Windsor, a unos 40 kilómetros de la capital, donde Isabel II recibirá sepultura en la capilla de San Jorge junto a su esposo, el príncipe Felipe.

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