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Según los datos divulgados este viernes por el Banco de Portugal (BdP), la deuda total de las administraciones públicas en términos absolutos aumentó en 3.338 millones de euros respecto a diciembre de 2021, hasta los 272.586 millones.
Ese incremento reflejó principalmente el aumento de los depósitos en el Tesoro (5.200 millones), sobre todo por la subida de los certificados de ahorro (7.200 millones de euros).
Aun así, el crecimiento de la economía portuguesa el año pasado, un 6,7 %, compensó ese aumento en términos absolutos y permitió reducir el peso de la deuda en porcentaje del PIB.
El dato está además por debajo de las previsiones del Ejecutivo de António Costa, que esperaba que este año cerrase en el 115 % del PIB, y para 2023 anticipa que se sitúe en el 110,8 %.
El peso que supone la deuda pública en comparación con la economía portuguesa se disparó en el país desde 2007, cuando representaba solo el 68 % del PIB.
El elevado nivel de deuda está considerado por los expertos como uno de los principales problemas de la economía portuguesa, ya que el país dedica un porcentaje relevante de sus ingresos al pago de intereses.