Cae en España una red que estafó 5 millones a 100 empresas de varios países

Alicante (España), 30 mar (EFE).- La Guardia Civil española desarticuló una red acusada de estafar con ataques informáticos unos cinco millones de euros a cerca de centenar de empresas en numerosos países, en una operación con 25 detenidos en España en la que colaboraron cuerpos policiales de más de veinte estados.

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Según informó este jueves la Guardia Civil, los ataques se realizaban principalmente desde Lagos (Nigeria), aunque también desde Estados Unidos, Países Bajos, Irlanda y Reino Unido, por distintos métodos con los que los estafadores se colaban en correos electrónicos de empresas con sus clientes para engañar a ambas partes y desviar pagos hacia sus cuentas.

La Guardia Civil pudo acreditar un fraude de más de dos millones de euros a 23 empresas de 16 países, aunque calcula que el total estafado asciende a cinco millones de euros y las compañías afectadas son unas cien, según un comunicado de este cuerpo policial.

Las estafas estaban dirigidas a empresas "altamente solventes" y se localizaron perjudicados en Alemania, Australia, Brasil, Chipre, Reino Unido, Estados Unidos, Francia, Países Bajos, Italia, Japón, Polonia, Portugal, Rumanía, Suiza, Turquía y Vietnam.

Los detenidos están acusados de estafa tecnológica, blanqueo de capitales, descubrimiento y revelación de secretos, falsificación de documentos, usurpación de identidad, alzamiento de bienes, delitos contra la Hacienda pública, de insolvencia punible y constitución de organización criminal.

En la operación dirigida por un juzgado de Alicante (este) la Guardia Civil incautó en domicilios y locales comerciales de distintas localidades españolas numerosos dispositivos informáticos y de telecomunicaciones, 54 tarjetas de crédito, documentación y 42.700 euros, entre dinero en efectivo y el bloqueado en cuentas de la banda.

Además de bloquear 137 cuentas bancarias de unas 400 que fueron investigadas.

Las cuentas bancarias estaban a nombre de particulares y de empresas creadas expresamente o que estaban en una mala situación económica y eran captadas para este fin, de acuerdo al comunicado.

La organización contrataba "mulas", personas que abrían cuentas o cedían las suyas para recibir y transferir dinero procedente del fraude, y usaba una red virtual privada con conexión cifrada para dificultar su localización, según la Guardia Civil.

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