Los 2.000 kilómetros de viaje a El Cairo para huir de las bombas de Jartum

Isaac J. Martín y Aya RaghebEl Cairo, 25 abr (EFE).- Para la sudanesa Noon Abdelbassit, el momento decisivo para huir de Jartum hacia Egipto fue cuando un misil impactó en su casa. Salió con vida, pero con un alma ya arrancada por el conflicto que les obligó a coger un autobús y luego un tren para llegar a El Cairo en un peligroso viaje de más de un día, una ruta que cada vez más sudaneses realizan.

audima

"El pasado martes decidimos dejar nuestra casa cuando un misil impactó, pero no nos fuimos hasta el viernes cuando pudimos finalmente montarnos en un autobús" que le llevaría al puesto fronterizo con Egipto, dice a EFE la joven una vez ya asentada en la capital egipcia.

En ese momento, la población de la capital estaba huyendo a otras ciudades dentro de Sudán consideradas más seguras, pero el misil fue lo que les empujó a huir incluso del país, aprovechando que tienen familia en El Cairo.

"Nos quedábamos dentro de la casa ya que era más seguro que estar fuera, pero después de que nuestra casa fuera impactada dijimos que el momento había llegado, había que arriesgarse e irse", asevera.

No fue sola. Varios miembros de su familia empaquetaron lo que pudieron para hacer este recorrido de Jartum al puesto fronterizo, que duró "unas 14 horas", un camino que cada vez más sudaneses, según se refleja en las redes sociales -una herramienta que ha servido de salvavidas para los ciudadanos en este conflicto-, buscan hacer para escapar de las bombas y choques armados desde el pasado día 15 entre el Ejército sudanés y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR).

EL PELIGRO DE SALIR DE JARTUM

La parte que más asustó a Noon fue durante los primeros momentos del viaje en Jartum, cuando tuvieron que atravesar los puentes que conecta la capital con sus vecinas, así como los puestos de control impuestos por los dos bandos enfrentados.

"Cruzamos un puente para Jartum Norte y luego a Um Durman. Esa fue la parte que más me asustó del viaje. ahí es donde estaban los puestos de control de las FAR y los militares. Nos pararon tres veces", afirma.

Pero afirma que no les preguntaron mucho: "Todo fue bien ya que estábamos viajando como familia, con niños y ancianos", aunque mientras resonaban los choques armados que no cesan desde el primer día de las hostilidades, sobre todo en el centro y sur de Jartum.

Catorce horas después, llegaron al puesto fronterizo de Arqeen con Egipto, donde cada vez más autobuses están cruzando desde Sudán a Egipto, según medios egipcios y la Media Luna Roja egipcia.

Las autoridades egipcias no se han pronunciado hasta el momento sobre los sudaneses que han cruzado a Egipto empujados por el conflicto.

Durante ese recorrido, estaban todos "nerviosos" y el camino era un poco empedrado, pero más allá de eso, no tuvieron más obstáculos.

Pero sí hubo una gran barrera al llegar al puesto fronterizo, ya que su hermano y sus tíos no pudieron cruzar.

"Desafortunadamente, mi hermano y mis dos tíos se tuvieron que quedar porque no tenían visado. Volvieron a Wadi Halfa (frontera con Egipto) y están esperando a que el consulado abra y expedir los visados", aduce.

Aunque Egipto no ha revelado oficialmente cuáles son los requisitos de entrada para los sudaneses, los testimonios recogidos por ONG, como Refugees Platform in Egypt, ha revelado el procedimiento.

El director de esta organización, Nour Khalil, indica a EFE que "las mujeres, niños, y hombres menores de 16 años y mayores de 50 años pueden cruzar sin visado", explicó, una versión que Noon confirmó.

YA EN EGIPTO

Sin su hermano y sus tíos, procedieron a tomar ya en territorio egipcio un autobús que les llevó hasta Asuán, la turística ciudad del sur del país de los faraones, en un recorrido de cuatro horas.

Después, en la ciudad rodeada por el Nilo, tomaron un tren que les llevó a El Cairo, en otras catorce horas de viaje para completar más de 2.000 kilómetros de huida por tierra.

Medios estatales egipcios han asegurado que más de 3.000 personas han cruzado a Egipto, entre ellos sudaneses, rumbo a Asuán desde que comenzó el conflicto, pero sin dar más información.

Hasta el momento, la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), que tiene registrados a 58.995 refugiados sudaneses en Egipto, tampoco tiene cifras sobre sudaneses que han huido.

Noon afirma que cree que fue una de las primeras en llegar y por ello estaba el puesto fronterizo relativamente vacío. Sin embargo, de acuerdo con testigos, las esperas bajo el sol del desierto se hacen actualmente cada vez más largas para cruzar a Egipto.

Entretanto, en Asuán, los ciudadanos y regentes de hoteles se están preparando para recibir a los sudaneses.

El recepcionista del Hotel Nuba Nile, Abden Mohamed, explica a EFE que la ocupación aumentó en su hotel, pese a ser una temporada turística, "en la última semana por la crisis de Sudan".

"La mayoría son familias que vienen una o dos noches y luego buscan apartamentos en la ciudad porque les resulta más económico que quedarse en un hotel o vienen a Asuán de paso, y se dirigen a El Cairo o Alejandría donde normalmente tienen familias o amigos", concluye.

Lo
más leído
del día