El ministro de Defensa, Yoav Gallant, firmó hoy esa orden de acuerdo en la información de inteligencia que le facilitó la Agencia de Seguridad Israelí o Shin Bet, confirmó a EFE un funcionario de seguridad.
Los cuatro detenidos israelíes ya han sido arrestados en el pasado por su implicación durante años en actos violentos, tanto abiertos como secretos, y participaron en las agresiones de la semana pasada, confirmó la misma fuente.
La semana pasada, en represalia por un ataque palestino que mató a cuatro colonos en el asentamiento de Eli, en el norte de Cisjordania ocupada, cientos de colonos acudieron en los días sucesivos a poblados palestinos y quemaron coches y casas, lanzando piedras, incendiaron terrenos e incluso dispararon a civiles; unos graves altercados que causaron un muerto, decenas de heridos y numerosas casas dañadas.
Estos actos han sido condenados por el presidente del Estado de Israel, Isaac Herzog, y por el propio ministro Gallant y los jefes de las fuerzas de seguridad de Israel -Ejército, Shin Bet y Policía-, aunque han recibido una tibia condena del primer ministro, Bejamín Netanyahu, e incluso han sido justificados por ministros como Bezalel Smotrich e Itamar Ben Gvir, colonos ultranacionalistas y antiárabes.
La detención administrativa es una práctica controvertida y muy criticada por la comunidad internacional, que permite a Israel mantener a personas detenidas sin cargos prácticamente por tiempo indefinido y sin acceso a las pruebas en su contra.
Rara vez se utiliza contra israelíes, mientras que en estos momentos casi mil palestinos están detenidos en prisiones israelíes bajo esta fórmula, alguno de ellos durante años.
La decisión ha enfadado al ala extremista del gobierno y Smotrich, ministro de Finanzas, afirmó en su cuenta de Twitter que es "antidemocrática, moralmente incorrecta y completamente ilegal".-
"Niños sospechosos de incendiar propiedades, un delito que merece tratamiento policial, interesan al Shin Bet y obtienen arrestos administrativos. Pero entre los grupos del crimen organizado, que asesinan y arman a la sociedad árabe, y que son muy peligrosas según todos los informes de inteligencia, no hay arrestos administrativos", lamentó el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, condenado en el pasado por vandalismo, incitación al racismo y apoyo a una organización terrorista, de ideología supremacista judía.
Cisjordania vive su mayor pico de violencia desde la Segunda Intifada (2000-2005), con 142 palestinos muertos este año, muchos de ellos milicianos pero también civiles, entre ellos 23 menores.
La mayoría de ellos murieron en enfrentamientos armados con tropas israelíes, pero al menos nueve perdieron la vida en incidentes violentos con colonos judíos -frente a los tres del año pasado-, según la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, OCHA.
En paralelo, el área ha visto la proliferación de nuevos grupos armados palestinos, que realizan cada vez más ataques y han dejado 25 muertos del lado israelí, la mayoría colonos y cinco de ellos menores.