"Estamos satisfechos, todo salió bien", dijo el vicepresidente del Gobierno y ministro de Exteriores, Antonio Tajani, que acudió a recibir a sus compatriotas al aeropuerto romano de Ciampino tras el aterrizaje del Boeing KC 767, a las 5.10 hora local (3.10 GMT).
En el vuelo, junto a los 36 italianos, viajaban 21 estadounidenses, 4 búlgaros, 2 austriacos, un británico, un nigeriano, un húngaro y un senegalés, además de algunos militares en proceso de rotación de la misión italiana en el país africano.
La primera ministra, Giorgia Meloni, "sigue la evolución del asunto minuto a minuto. Era nuestro deber acompañar a nuestros italianos, incluso a los que se quedaron en Níger", explicó Tajani.
La delicada situación que se vive en Níger tras el golpe de Estado ha provocado el inicio de la evacuación de los extranjeros en ese país y unas horas antes de la llegada del avión italiano a Ciampino, uno francés aterrizó en París con 262 personas a bordo.
Tajani había anunciado este martes que Italia iba a fletar un "vuelo especial" para que sus ciudadanos en Níger, en torno a un centenar de civiles, pudieran abandonar el país.
El asalto a la embajada francesa el pasado domingo durante una manifestación convocada en apoyo a los golpistas en la capital de Níger ha puesto en alerta a las autoridades italianas, mientras que fuentes de inteligencia afirman que el riesgo de una nueva revuelta popular es muy fuerte, según medios locales.
Además del centenar de civiles, hay unos 350 militares italianos, entre instructores y contingente de seguridad, en Níger, que se encuentra en "una calma aparente, aunque la tensión es alta", según las mismas fuentes.
"Actualmente, no hay riesgos particulares para la seguridad de los italianos, civiles y militares. Defensa y Exteriores trabajan en sinergia para garantizar la seguridad de nuestros compatriotas y de los militares comprometidos en la misión europea Eumpm y en la misión bilateral de apoyo en Níger, Misin", aseguró este lunes el ministro de Defensa, Guido Crosetto.