El primer ministro británico, Rishi Sunak, ya ha indicado que está determinado a buscar la manera de materializar su plan después de que el Tribunal Supremo, máxima instancia judicial en el Reino Unido, lo declarase el miércoles ilegal por considerar que Ruanda no es un destino seguro para enviar a migrantes en situación irregular.
Además, Sunak ha indicado que impulsará legislación de emergencia para que Ruanda sea reconocido por el Parlamento como "país seguro", al que se puedan enviar potenciales refugiados.
Braverman escribió un artículo publicado hoy en el periódico "The Telegraph", en el que afirma que intentar "retocar un plan fallido" no lograría los objetivos del Ejecutivo conservador.
Según la antigua responsable de Interior, un nuevo tratado con Ruanda no resolvería una "cuestión fundamental", que es el dictamen del Supremo de que hay riesgo de que Ruanda pueda devolver a los solicitantes de asilo a los países de los que habían huido, poniéndolos en riesgo de sufrir daños.
Braverman agrega que no ve cómo el Gobierno podría cumplir su promesa de enviar migrantes a Ruanda antes de ir a los comicios.
"Cualquier nuevo tratado aún requeriría volver a los tribunales, un proceso que probablemente llevaría al menos otro año", dijo la política, y avisó que el proceso "podría culminar en una nueva derrota".
"Es por eso que el plan del primer ministro no permitirá vuelos a Ruanda antes de las elecciones si el Plan B es simplemente una versión modificada del fallido Plan A", dijo.