Abdul Rahman Al-Bahsh de Nablus, de 23 años, murió en la prisión israelí de Megiddo, según un comunicado conjunto de ambas entidades.
"El Servicio Penitenciario israelí se limitó a anunciar la muerte" del joven "y que se revisarían las condiciones" de la prisión, mientras que "fuentes de la familia del detenido confirmaron que no padecía ninguna enfermedad grave", añadieron.
Este joven de Nablus, en Cisjordania ocupada, fue detenido el 31 de mayo de 2022 y condenado a 35 meses de prisión.
"Megiddo es una de las prisiones que fue testigo de crímenes horrendos y torturas sistemáticas contra los prisioneros después del 7 de octubre", cuando estalló la guerra en Gaza, agregaron.
Los testimonios de presos liberados y de abogados de reclusos "confirman que las operaciones de tortura y brutales palizas" en cárceles israelíes "fueron la causa directa" de estas muertes, advirtieron.
Ambas entidades reclamaron a "las instituciones internacionales de derechos humanos, encabezadas por las Naciones Unidas y el Comité Internacional de la Cruz Roja", que presionen "por todos los medios para detener los crímenes sin precedentes contra los presos".
Unos 8.600 palestinos arrestados por motivos de "seguridad" están presos en cárceles de Israel actualmente, 1.185 más respecto al mes anterior, sin incluir los "cientos o quizás miles" de detenidos que pueden haber sido llevados desde Gaza a prisiones israelíes, según la organización no gubernamental israelí HaMoked, que ayuda a presos palestinos.
Los arrestos de palestinos por parte de fuerzas israelíes en Cisjordania ocupada se acercan a los 5.000 desde el estallido de la guerra con el grupo islamista Hamás en Gaza, según fuentes palestinas.
Por su parte, Israel dice que detuvo 2.250 personas desde entonces, unos 1.300 de ellos vinculados con Hamás.
La violencia en el marco del conflicto palestino-israelí era muy alta desde antes del estallido de la guerra en Gaza, pero tras el 7 de octubre se incrementó aún más.