Burkina Faso asegura haber frustrado un nuevo complot para desestabilizar el país

Uagadugú, 19 ene (EFE).- Burkina Faso ha frustrado un nuevo complot para desestabilizar el país que buscaba derrocar al Gobierno de transición instaurado después de que militares tomaran el poder en septiembre de 2022, aseguró el Ejecutivo burkinés.

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En un comunicado emitido a última hora del jueves, el portavoz del Gobierno, Rimtalba Jean Emmanuel Ouédraogo, afirmó que, "desde el 13 de enero de 2024, los servicios de seguridad han trabajado para desmantelar una red de desestabilización en Burkina Faso".

"Esta red, que involucra tanto a militares en servicio como a militares dados de baja, civiles y activistas, entre otros, planeaba desestabilizar las instituciones de Burkina Faso y detener brutalmente el proceso de refundación para la dignidad, integridad, libertad y soberanía de nuestro país", señaló el portavoz.

Según la fuente, la fecha del 14 de enero de 2024 "fue proyectada por los líderes de este desastroso proyecto para tomar medidas con vistas a ejecutar su plan diabólico, que inevitablemente habría hecho que Burkina Faso fuera hacia atrás en la historia".

La vigilancia de los servicios de inteligencia y la rápida actuación de las fuerzas de defensa y seguridad, explicó, "permitió interrumpir la ejecución de este enésimo intento de desestabilización".

"Se trataba, en definitiva, de crear disturbios favorables a la intervención de un comando procedente del exterior, capaz de atentar contra la vida de varias autoridades de la transición y sembrar el caos", indicó Ouédraogo, al precisar que se efectuaron "detenciones" y se están realizando investigaciones.

El Gobierno ya denunció el pasado septiembre un intento fallido de golpe de Estado perpetrado el día 26 de ese mes en el país.

El día 8 de ese mes, la Fiscalía militar había anunciado que tres soldados fueron detenidos acusados de un "complot militar" contra la junta castrense que dirige el país.

Burkina Faso encajó dos golpes de Estado en 2022: uno el 24 de enero dirigido por el teniente coronel Paul-Henri Sandaogo Damiba, y otro el 30 de septiembre liderado por el capitán Ibrahim Traoré, actual jefe de Estado.

La toma del poder por los militares tuvo lugar en ambas ocasiones tras el descontento entre la población y el Ejército por los ataques yihadistas, que han desplazado a más de dos millones de personas en el país.

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