Sudán, la otra víctima de los ataques a la navegación en el mar Rojo

Al Nur al ZakiJartum, 28 ene (EFE).- Tras nueve meses de guerra interna, Sudán vive ya una crisis generalizada, un escenario humanitario y económico susceptible de empeorar por los ataques hutíes contra la navegación en el mar Rojo, y sus amenazas para la llegada a sus puertos de alimentos, combustible y ayuda.

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La "cruzada" de los rebeldes yemeníes contra Israel deja en situación límite la entrada de todo tipo de bienes importados a Sudán, que ya cayeron un 40 % cuando inició el conflicto interno hace casi diez meses y otro 25 % desde que en diciembre las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) tomaran la ciudad refugio de Wad Madani, capital del estado de Al Yazira, a mediados de diciembre.

La inestabilidad en el mar Rojo ha derivado en el anuncio del cese de actividad en la zona de las mayores empresas navieras del mundo, entre ellas todas las que operan en Port Sudán, la única salida al mar del país, según dijo a EFE el subsecretario general del Sindicato de Trabajadores del puerto, Ali Oshek.

En riesgo están, en particular, las importaciones de azúcar procedente de la India. Además las de combustible y materiales de todo tipo que "se verán especialmente afectadas", explicó Oshek, quien no descartó que la tensión en el mar Rojo también acabe por restringir el tráfico de Port Sudan con los puertos saudíes y egipcios.

La ayuda humanitaria, a cuenta gotas

Sudán se ha vuelto dependiente de la importación de bienes básicos después de que la guerra destruyera el 80 % de las fábricas en Jartum y dejara de funcionar la refinería de petróleo de la capital, por lo que la drástica disminución de la llegada de buques pone al país en una situación todavía más difícil.

Expertos en transporte marítimo habían advertido de un nuevo "shock" para la economía tras los ataques hutíes a barcos comerciales en Bab al Mandeb y el anuncio de varias grandes compañías de transporte de suspender sus actividades a través del estrecho.

Pero no solo las posibilidades de abastecimiento y los puestos de trabajo de los operarios del puerto y del sector de la distribución están en peligro, sino también directamente la llegada de ayuda humanitaria para la población especialmente afectada por el conflicto.

El comisario adjunto de Ayuda Humanitaria del Ministerio de Desarrollo Social, Suleiman Ali, afirmó a EFE que la llegada de ayuda humanitaria aún no está afectada por la tensión y los ataques hutíes a barcos en el mar Rojo, aunque podría verse comprometida en un futuro si la tensión en el estrecho se mantiene.

"La ayuda humanitaria que llegó desde el inicio de la guerra, a mediados de abril, hasta la semana pasada no superó las 35.000 toneladas procedentes de organizaciones humanitarias y las 18.000 de países amigos", dijo en declaraciones a EFE.

Según Ali, el monto de la ayuda es "débil" en comparación con las necesidades requeridas para atender a todas las personas más vulnerables.

El conflicto en Sudán, que comenzó el pasado 15 de abril, ha dejado ya alrededor de 12.000 muertos y siete millones de refugiados y desplazados, mientras varias organizaciones de derechos humanos y países, como Estados Unidos, han acusado tanto al Ejército como a las FAR de perpetrar crímenes de lesa humanidad e incluso de limpieza étnica, extremos que ambas partes han negado.

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