El Ministerio del Interior ha dado instrucciones de que no se permita la salida del país a quienes porten documentos de la Antigua República Yugoslava de Macedonia, el nombre del país hasta que hace seis años se pactó con Grecia el actual.
El acuerdo, que entró en vigor un año más tarde, puso fin a casi tres décadas de conflicto bilateral sobre el nombre y al bloqueo por parte de Grecia de la entrada de Macedonia en la OTAN.
Atenas exigió ese cambio argumentando que Macedonia podría tener aspiraciones territoriales o de herencia cultural sobre la provincia griega del mismo nombre.
Según el acuerdo con Atenas, Skopje tenía un plazo de cinco años para emitir nuevos pasaportes, documentos de identidad, permisos de conducción, matrículas de coches y otros documentos con el nuevo nombre del Estado.
Un total de 1,2 de los 2,5 millones de macedonios no han podido aún renovar su pasaporte y la lista de espera es de meses.