El comunicado precisa que se trata de la ciudadana alemana Susann E., esposa de André E., que en 2018 fue condenado a dos años y seis meses de libertad condicional por apoyo a una organización terrorista, cuya única superviviente, Beate Zschäpe, fue sentenciada a cadena perpetua.
Según los cargos presentados por la fiscalía ante la sala penal de delitos contra el Estado de la Audiencia Territorial de Dresde el 26 de febrero, hay suficientes sospechas contra la acusada de apoyo a la célula terrorista NSU, así como de complicidad en extorsión grave con armas.
El escrito de acusación señala que Susann E., que se encuentra todavía en libertad, supo a más tardar a principios de 2007 que los tres miembros de la NSU -Zschäpe, Uwe Böhnhardt y Uwe Mundlos- vivían en la clandestinidad con identidades falsas y que por aquel entonces ya habían cometido asesinatos con motivación racista y varios atracos a bancos.
A partir del otoño de 2008 le prestó a Zschäpe en varias ocasiones su tarjeta de salud para poder acudir a citas médicas sin ser reconocida.
Además, Susann E. facilitó sus datos personales cuando en el primer semestre de 2009 André E. compró dos abonos de tren a sus nombres para Zschäpe y Böhnhard, lo que permitió a los terroristas viajar en trenes de la empresa de ferrocarriles alemana Deutsche Bahn (DB) a tarifas reducidas y sin riesgo de exponerse.
Por último, a finales de octubre de 2011, Susann E. llevó en coche a Zschäpe y Böhnhardt, a recoger una autocaravana que el trío de terroristas utilizó en su último atraco a un banco perpetrado el 4 de noviembre.
Se trata de la misma autocaravana que fue hallada incendiada ese mismo 4 de noviembre con los cadáveres de Mundlos y Böhnhard, que aparentemente se habían suicidado cuando estaban a punto de ser detenidos por la policía.
Cuatro días después, Zschäpe se entregó a las autoridades tras prender fuego, para destruir pruebas, a la vivienda que había compartido con los dos presuntos terroristas.