El viejo islamismo renovado que ha ayudado a la derrota del islamismo moderno de Erdogan

Dogan TilicAnkara, 2 abr (EFE).- El inesperado avance de un nuevo partido islamista, que se ha convertido en la tercera fuerza de Turquía, ha sido uno de los factores de la debacle del también islamista AKP, la formación del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en las elecciones municipales del domingo pasado.

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Con casi tres millones de votos, un 6,2 % de las papeletas, el partido Yeniden Refah (YRP) ha conquistado las alcaldías de dos capitales de provincia, entre ellas la de Sanliurfa, la décima ciudad más poblada de Turquía y hasta ahora bastión del AKP.

El YRP es "uno de los motivos de la derrota" del partido de Erdogan ante su adversario, el socialdemócrata CHP, admite en conversación con EFE el exdiputado Abdurrahman Kurt, antiguo dirigente del AKP.

Esta formación ha centrado su discurso en la guerra de Gaza, un argumento electoral del que ha tirado también Erdogan, intentando perfilarse como principal líder mundial en criticar los que no ha dudado en llamar crímenes de guerra de Israel.

Sin embargo, el YRP le reprochó que, pese a su vehemente discurso, Erdogan no haya impuesto sanciones a Israel ni haya interrumpido el intenso flujo comercial con ese país, décimo receptor de las exportaciones turcas, por valor de 7.000 millones de dólares en 2022.

El discurso del partido, que ofrece un islamismo más "puro" y "moral" que el de Erdogan, hizo mella en muchos votantes del AKP que se reconocían en esta ideología, considera Kurt.

Lo mismo asegura a EFE el exdiputado socialdemócrata Murat Karayalçin, alcalde de Ankara a comienzos de la década de 1990, que destaca la abstención de los votantes del AKP como factor en su derrota.

La participación electoral se situó en el 78,6 %, seis puntos menos que en las municipales de 2019 y ocho puntos menos que en las generales del pasado mayo.

Por una parte, el YRP atrajo a votantes desilusionados con el AKP. Por otra, sus críticas a Erdogan por la falta de coherencia frente a Israel sembraron dudas en parte del electorado del AKP que, finalmente, no fue a votar, sostiene Karayalçin.

Esta abstención pudo afectar más al AKP que el trasvase de votos, ya que en solo 2 de las 35 provincias ganadas por el CHP, el voto combinado AKP-YRP habría superado al del partido socialdemócrata.

Cuna política de Erdogan

El surgir del YRP se debe, en parte, al apoyo del propio AKP, que ha facilitado la expansión de un aliado que ahora se ha convertido en rival.

El líder del YRP es Fatih Erbakan, que fundó el partido en 2018 para retomar el legado de su padre, Necmettin Erbakan, creador del islamismo político turco y fundador del partido Refah en 1983, el mismo en el que Erdogan inició su carrera política al ganar la Alcaldía de Estambul en 1994.

En 2001, Erdogan y el ala moderada del partido abandonaron al viejo "maestro" Erbakan para crear el AKP, en aquel entonces aún visto, también desde Occidente, como más moderno y liberal, con el que ganaron todas las elecciones desde el 2002, hasta la derrota del domingo pasado.

Necmettin Erbakan falleció en 2011 y su formación, rebautizada como Saadet, nunca superó el 3 % ni pudo obtener diputados hasta formar coalición en 2023 con el opositor CHP, que le cedió varios escaños.

Su hijo Fatih, al frente del YRP, alcanzó un acuerdo similar con el AKP, por el que su partido obtuvo 4 escaños a cambio de apoyar a Erdogan en las presidenciales de mayo pasado.

Fatih Erbakan ha adquirido desde entonces un perfil público y una presencia mediática que han facilitado su avance en las urnas, tras fracasar un intento de reeditar el acuerdo con el AKP.

Sin embargo, su posición como tercera fuerza probablemente no sea duradera, ya que se debe a que en las elecciones municipales, tres de los cinco principales partidos del Parlamento suelen quedar muy por debajo de su potencial.

Tanto el ultraderechista MHP, aliado de Erdogan, como el nacionalista IYI y el DEM (antes HDP), el partido de la izquierda prokurda, se mueven en una horquilla del 7-12 % en las elecciones nacionales, mientras que en las municipales, sus militantes votan al candidato de su bando con más expectativas de ganar.

En este contexto, el sorprendente resultado del YRP expresa un voto de protesta de un sector desilusionado del AKP, que no necesariamente tiene que consolidarse en un bloque islamista propio en las próximas elecciones generales, previstas para 2028.

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