Según informó este jueves el diario ‘The Times’, la Policía escocesa ha recibido más de 3.000 quejas en 24 horas por supuestos incidentes de odio trans ‘online’.
JK Rowling, creadora de la saga literaria de Harry Potter, criticó el pasado lunes esa nueva ley al considerar que será explotada por oportunistas y puede socavar los derechos de las mujeres.
Rowling, que reside en Escocia aunque actualmente está en el extranjero, desafió en su cuenta de X a la Policía a que la detenga a su regreso si sus comentarios en la red social suponen un delito bajo la nueva legislación.
Sin embargo, las fuerzas de seguridad escocesas descartaron posteriormente intervenir al entender que sus comentarios no alcanzaban el umbral necesario para ser considerados un “incidente no delictivo de odio” (NCHI, por sus siglas en inglés).
“Confío en que todo el mundo será tratado de la misma forma si se expresan de manera similar. Nadie debería tener un ‘incidente de odio’ registrado por describir con exactitud o afirmar la importancia y realidad del sexo biológico”, reaccionó la escritora a esa decisión policial a través de la red social X.
Odio por edad, discapacidad, religión, orientación sexual, identidad transgénero o intersexualidad
El controvertido texto, que expande otra ley británica de 1986 que ya penalizaba el odio por raza, color, etnia y nacionalidad, tipifica un nuevo delito penado con hasta siete años de cárcel.
Éste es incitar el odio por cuestión de edad, discapacidad, religión, orientación sexual, identidad transgénero o intersexualidad, también en las redes sociales.
La falta se comete si alguien difunde material o se comporta de un modo “que una persona razonable consideraría amenazante o abusivo”, siendo su intención incitar el odio por esas características protegidas.
La Policía escocesa se ha quejado de que no se les ha dado suficiente formación sobre cómo abordar los nuevos delitos.