La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) para Siria aportó estas cifras en un informe publicado en las últimas horas y añadió que sigue habiendo "hostilidades en algunas partes de Siria, mientras que los departamentos civiles y las instituciones de servicio público han reanudado sus operaciones en la mayoría de las provincias".
En cuanto a las hostilidades, la agencia de la ONU señala, por un lado, "los ataques aéreos en las provincias del sur de Siria, así como en Homs, Tartús y Latakia, que han causado daños en viviendas, instalaciones sanitarias, un puente en la provincia de Homs, un puerto en Latakia y una tubería principal de agua en la ciudad de Alhamediya, en la provincia de Quneitra".
Estos ataques aéreos, aunque no los menciona la ONU, han sido lanzados por Israel, según fuentes sirias y de organizaciones no gubernamentales.
Por otro lado, la ONU también informó de "hostilidades en la provincia de Alepo, especialmente en la capital y en los distritos de Manbech y Ain Al Arab, así como en Deir al Zur, donde se ha dañado el puente de Hatla y se han cortado las rutas entre siete aldeas y la orilla occidental del río Éufrates", en referencia a la ofensiva que los rebeldes sirios proturcos llevan a cabo contra los kurdosirios de las Fuerzas de Siria Democrática (FSD).
El subsecretario general para Asuntos Humanitarios y coordinador de emergencias de la ONU, Tom Fletcher, se encuentra en Damasco en una gira que durará una semana en Oriente Medio y se reunió ayer con el líder de la nueva administración siria, Ahmed al Sharaa, y el primer ministro interino, Mohamed al Bashir.
En la capital siria también se encuentra el enviado especial de la ONU para Siria, Geir Pedersen.
Desde que tomó el mando como el nuevo hombre fuerte de Siria, Al Sharaa se ha ido reuniendo con diferentes personalidades que han ido visitando Damasco tras la caída de Bachar al Asad, ahora exiliado en Moscú.