De acuerdo con los datos del Ministerio de Salud citados por la asociación de urólogos, 5.851 pacientes con cáncer de pene tuvieron que ser sometidos a las cirugías de amputación entre 2015 y 2024 por el agravamiento de la enfermedad.
Pese a ser considerado un tipo raro, el cáncer de pene provocó 4.500 muertes y motivó 22.200 hospitalizaciones de sus portadores en los últimos diez años en Brasil, según los datos de la SBU.
Se trata de 450 muertes y de 2.220 hospitalizaciones en promedio por año, pese a que el cáncer de pene tan solo representa el 2 % de los casos de cáncer entre los hombres en el país.
"Pese a que se trata de uno de los pocos tipos de cáncer que pueden ser prevenido, Brasil aún presenta índices preocupantes de cáncer de pene, especialmente en las regiones norte y nordeste (las más pobres del país)", aseguró el presidente de la SBU, Luiz Otavio Torres.
La enfermedad, que puede ser prevenida con medidas higiénicas adecuadas, cirugía de fimosis y vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH), afecta principalmente a hombres con menor acceso a informaciones y cuidados preventivos en regiones empobrecidas de Brasil.
Según los especialistas, la prevención es la mejor forma de evitarla y el diagnóstico precoz es esencial para reducir las tasas de amputación y de mortalidad que provoca, lo que exige concienciar a los hombres sobre la necesidad de buscar atención médica en caso de lesiones genitales que no cicatrizan o que aumentan de tamaño.
La amputación es una medida extrema que se recomienda en casos avanzados de la enfermedad, pese a que sus graves consecuencias físicas y psicológicas, como dificultades para orinar y pérdida de la función sexual.